Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

Cap. 20. 28-12-2014. Ecuador (20). En La Mitad del Mundo

En el puro centro del Planeta Tierra

Hasta la vista, Ecuador. Estoy ahora mismo en el punto de entrada y de salida de la mayor parte de tus visitantes extranjeros, en el aeropuerto Mariscal Sucre de la capital Quito. Han sido casi tres semanas en las que me lo he pasado en grande, solo y acompañado, y que están a punto de terminar.

Podría dedicarme a llorar por eso, pero lo que voy a hacer es escribir unos párrafos de lo que hemos hecho hoy 28 de diciembre, día de los Inocentes tanto en España como en Ecuador.

Como recordarán nuestros lectores, ayer nos acostábamos en Otavalo, así que en Otavalo nos hemos despertado hoy. Los tres a la vez: Marta y Nacho a entrenar y yo a nada en concreto. Eran las ocho de la mañana. Ha ido todo más o menos rápido, y a las 10.45 estábamos montados en un nuevo autobús.

En menos de dos horas estábamos en Quito, en la estación de Carcelén, donde hemos cogido otro autobús hasta la de Ofelia. Un tercer vehículo nos ha trasladado hasta nuestro destino de hoy: la Mitad del Mundo. Se trata de la atracción turística más visitada de Ecuador y, efectivamente, todo lo que rodea este complejo está ideado para el turista que visita este precioso país y que ha decidido pasar un par de días en Quito.

Un atractivo que no necesita adornos

La Mitad del Mundo se encuentra a menos de una hora al norte del centro de la capital. Su principal atractivo no necesitaría ningún adorno: por ahí pasa el ecuador terrestre, de repente estás en el hemisferio Norte y de repente estás en el hemisferio Sur. Lógicamente, el ecuador se atraviesa en otros muchos puntos del país, pero donde está la atracción es aquí, donde hemos ido nosotros.

Hay un gran museo etnográfico de Ecuador, coronado por una bola del mundo. De la puerta del museo sale una línea amarilla. Esa línea es lo que más llama la atención de todos los que visitamos este lugar. El centro del mundo, el paralelo más largo de cuantos existen, el que tanto costó encontrar a generaciones de científicos durante siglos… Hay algo de místico en la visita a este lugar.

El complejo también incluye unas espectaculares maquetas de las ciudades de Quito y de Cuenca, de sus respectivos cascos históricos. También hay una bonita colección de fotografías de gran tamaño de algunas de las principales montañas de Ecuador y del mundo. Otro museo recoge algunas pinturas y esculturas del artista quiteño Oswaldo Guayasamín. En otro se hace una breve introducción a la historia de la medición de la Tierra.

Hay incluso una agencia de viajes para hacer cortas excursiones a algunos puntos de interés de los alrededores. Tampoco faltan una peculiar plaza de toros, llamas, un tren turístico, algunos restaurantes...

Unas tres horas hemos estado en el lugar. Un nuevo autobús (ya no sé cuántos habré podido coger en estas tres semanas, y me quedan dos más) nos ha trasladado al centro de Quito. Tenía tiempo de sobra para tomar algo con Nacho y Marta antes de despedirnos después de estos seis días tan bonitos.

Aquí sigo, en el aeropuerto. Todavía queda una pequeña sorpresa antes del regreso al hogar, no sé si podré escribirla mañana o pasado mañana.