Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

Cap. 188. 16-11-2018. Colombia (6). Medellín desde dos alturas

El Parque Arví y el Pueblito Paisa

Hoy ya he pasado el día completo en Medellín, algo que no volverá a suceder, al menos durante mi estancia actual en tierras de Colombia. 

Fundamentalmente, hasta ahora, he hecho tres cosas: visitar el Parque Arví, darme un paseo por el centro sin rumbo definido y acercarme al Pueblito Paisa ya de regreso al hostal.

Antes de todo ello, que no lo he contado, he desayunado tranquilamente en la zona donde me alojo a las ocho de la mañana. Ya dije ayer que hay decenas de bares y restaurantes atractivos en esta zona de Provenza en El Poblado.

El Parque Arví es un inmenso espacio de naturaleza que merece la pena no solo por el lugar en sí, sino por una de las dos maneras de alcanzarlo: en Metrocable.

Hay que ir en Metro normal hasta Acevedo. Allí, con el mismo billete, sale un Metrocable (un telecabina de transporte de viajeros) con tres estaciones, que termina en Santo Domingo. En esta primera parte ya se tienen vistas espectaculares del fondo del Valle de Aburrá ocupado por la mole de Medellín.

Salón Málaga, en San Antonio

En Santo Domingo es necesario bajarse y cambiar de Metrocable, esta vez a uno denominado turístico que cuesta 5.550 pesos. El precio normal del Metro es de 2.400 por trayecto.

He pedido ida y vuelta, pero por suerte solo me han dado ida.

De hecho, he preguntado para bajar andando de la estación superior a la inferior y me ha respondido la señora de los biiletes: No hay cómo.

Instantáneamente me he dado cuenta. El Metrocable salva ahora un desnivel mucho más pronunciado, sin una sola vía de asfalto (hasta Santo Domingo sí las había) pero con un terreno repleto de casas a las que se entra por estrechas veredas y escalones ganados a la tierra. Parece mentira que estemos al lado de la ciudad.

Cuando termina este desnivel, el Metrocable cubre un largo recorrido sin ganar altitud, por encima de las copas de los árboles, hasta que llega a esa estación superior. Hemos pasado de 1.500 a 2.500 metros.

En el Parque Arví hay decenas de cosas que hacer si se dispone de todo el día e, incluso, de un fin de semana. Hay sitios para dormir y muchísimos puestos de cualquier cosa.

Hay sobre todo varios paseos guiados a pie y en bicicleta para ver cultura indígena, mariposas, avifauna, orquídeas, árboles, saltos de agua... Son paseos de alrededor de un par de horas, con coste.

Si no se tiene ese tiempo o no se desea gastar, se puede hacer lo que me han recomendado: un paseo de una media hora hasta El Tampo y hasta el curso de agua con pequeños saltos del Chorro Clarín.

Para regresar en Metrocable me tocada desandar lo andado. Por suerte, desde ahí mismo sale un autobús que pasa por el pueblo de Santa Elena y que deja en el puro centro de Medellín.

Eso es lo que he hecho y, como he comentado, me he dado un paseo de un par de horas por la zona de San Antonio, contando una parada para comer y otra para tomar un café en un lugar que me ha gustado mucho, el Salón Málaga.

Desde la estación de Metro de San Antonio he ido a la de Industriales, ya más cerca del hostal. El objetivo era visitar otra de las recomendaciones de ayer, el Pueblito Paisa, en el Cerro Nutibara, una montaña de 80 metros en pleno centro de la ciudad. Hay buenas vistas y un parque muy frondoso de 33 hectáreas.

El Pueblito Paisa es una reproducción de algunas casas y una iglesia de los pueblos de esta zona, la zona 'paisa'. Me han comentado que hay pueblos de verdad de este estilo no tan lejos de Medellín. Habrá de ser para otra vez.

El Cerro Nutibara recibe más de un millón de visitas anuales. También hay muchos puestos de comida, bebida, artesanía... para pasar un rato más largo, ya que el Museo de la Ciudad se encuentra en la cima de este cerro.

Yo ya he decidido regresar, así que un taxi me ha dejado en mi hostal. Llueve y la temperatura es fantástica.

Mi despedida de Medellín ya será por aquí, de nuevo por Provenza y de nuevo con los medellinenses de la Ciudad Perdida.