Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

Cap. 139. 23-7-2017. Cantabria de montaña y mar (y 2)

En la playa de Berellín

Hoy no hemos hecho gran cosa. Hay veces en las que no escribo entrada el día del viaje de vuelta, pero considero que hoy sí merece la pena porque hemos hecho una parada en un lugar hermoso y nuevo para mí. Es, como dice el titular de este capítulo, la playa de Berellín.

Esta mañana hemos quedado a las 9.30 para tomar nuestro desayuno en Puertas. Después de coger fuerzas gracias a los alimentos y de despedirnos de nuestra casa, hemos hecho la tradicional parada en Arenas de Cabrales para hacer alguna compra final y llevar algo de sidra para Soria. De queso de Cabrales ya nos proveímos ayer en Puertas.

Cuatro de los nuestros han marchado por la mañana directos para tierras sorianas. Los demás nos hemos dirigido a un lugar que conocía Nacho y que a partir de ahora empezaré yo a recomendar.

Vista desde las cercanías del chiringuito Vista desde las cercanías del bar

La playa de Berellín está muy cerca del pueblo de Prellezo, a apenas seis kilómetros de un nombre mucho más conocido: San Vicente de la Barquera. Prellezo, sin embargo, pertenece al municipio de Val de San Vicente, cuya capital es Pesués y cuya población más conocida, al menos para mí, es Unquera. Pechón, el pueblo donde pasé un par de veranos hace muchos años, también pertenece a Val de San Vicente.

Un poco antes de llegar a Prellezo está el desvío hacia Berellín. Hemos llegado a las 12.00 y había bastantes coches. Hay un par de aparcamientos de pago y otro gratuito. Por una vez, los dos coches hemos tenido suerte.

Hoy había marea baja, y el agua entrante por el estrecho pasadizo rompía en buenas olas. Apenas cubría. Tengo ganas de volver y de que coincida con marea alta. Cuando ello suceda, en un día plácido, el mar Cantábrico debe convertirse allí en una 'piscina' (mucho cuidado siempre con el mar... y con las piscinas) rodeada de verde y de un atractivo paisaje kárstico.

Para los amantes de la gastronomía, en Prellezo hemos comido bien y barato.