Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

Cap. 125. 1-4-2017. Uganda (9)

Por pistas de arcilla entre Masindi y Fort Portal

Hoy estoy en Fort Portal. Cada vez que le preguntaba a alguien en Masindi la mejor manera de ir hasta allí, invariablemente me respondían: "Vía Kampala". Como supongo que no tendréis interiorizado el mapa de Uganda, es como si alguien en Valencia pregunta cómo se va a Barcelona en transporte público y le responden: "Vía Madrid".

En la estación de autobuses me dijeron ayer que eso era lo mejor, acercarme a la capital en autobús y, desde allí, coger otro a Fort Portal. Yo les pedí que me dijeran otro camino más derecho, que es lo que al final he hecho esta mañana. Al final, el viaje Masini-Fort Portal ha sido una pequeña aventura dividida en tres partes.

Cogiendo por los hombros al conductor. En Uganda se conduce por la izquierda Cogiendo por los hombros al conductor. En Uganda se conduce por la izquierda

Ayer, en la estación de autobuses, me cité con un señor para las 6.20 de la mañana de hoy en una gasolinera. Buscaba yo un matatu, pero había un coche normal. Hemos salido cinco, pero al poco rato se ha subido otro. Hemos seguido avanzando en la ciudad y, en una nueva parada, el séptimo. Y, justo cuando salíamos de Masindi, otra mano levantada que nos detiene y ya somos ocho, cuatro delante y cuatro atrás. El pasajero delantero al lado del conductor tenía que cogerle por los hombros como si fuera el Lunes de Bailas.

En el camino hasta Hoima, de alrededor de hora y media, ha habido varios cambios de personas y en uno de ellos hemos llegado a ser hasta nueve, cinco de ellos detrás.

En Hoima, nada más bajarme, me he subido a otro coche. Me da la sensación de que esto no es ni una empresa, sino una especie de Bla Bla Car que todo el mundo conoce cuando quiere ir entre estas ciudades y los numerosos pueblos que hay entremedias, siempre con pequeñas escuelas, surtidores de gasolina, alojamientos, bares, gente llevando cosas...

Uno de los numerosos núcleos de población que se atraviesan Uno de los numerosos núcleos de población que se atraviesan

He olvidado contar que la totalidad del camino de hoy, salvo la última parte de unos 20 kilómetros, ha sido por pistas de arcilla, al principio bastante buenas y muy anchas, y en algunos lugares deterioriadas y en proceso de reparación por hallarnos en época de lluvias. En cualquier caso, cualquier adelantamiento o cruce con otro vehículo provocaba grandes polvaredas.

De Hoima a Kagadi el viaje ha sido más cómodo porque me ha tocado delante todo el rato, y sin compartir nunca el asiento. El conductor iba más rápido de lo que debería, pero nadie del pasaje se inmutaba y yo tampoco iba a hacerlo. Tendrán que respetar algunos horarios para la vuelta o será su manera de conducir, pero nunca entenderé su obstinación de ir 20 metros detrás de un coche que solo se intuía por la nube de polvo que levantaba.

El transbordo en Kagadi no ha sido tan rápido porque, ahora sí, hemos empezado a montarnos en un matatu de los grandes, de los de 14 teóricas plazas, y hay que esperar hasta que se llene. Han dejado mi mochila arriba, en la baca, y en el espacio que ha dejado libre en el interior del vehículo han metido dos personas. En total, seríamos unos 25, aunque es cierto que ha hecho muchas paradas desde el principio en las que se iba bajando gente, sin subirse casi nadie. En una de esas paradas hasta han bajado mi polvorienta mochila.

Polvareda del coche de delante Polvareda del coche de delante

Desde un poco después de Kyenjojo hasta Fort Portal hemos recuperado el asfalto que habíamos abandonado en Masindi. Lo he agradecido, por mucho que ya me hubiera acostumbrado a las pistas arcillosas y a sus horribles pero imprescindibles badenes, ubicados en los numerosos núcleos de población.

En estos 265 kilómetros hemos invertido algo más de siete horas y hemos subido de 1.100 metros a casi 1.500. Dentro del calor, se nota algo más de fresco, sobre todo ahora que anochece. Estamos en la base de las Montañas de la Luna, Rwenzori, la tercera elevación más importante de África tras el Kilimanjaro y el Kenia, con sus más de 5.100 metros.

He llegado, he buscado alojamiento y he empezado a husmear. Mañana, ya que es domingo, creo que lo voy a tomar entero de descanso aquí. No parece que en la ciudad en sí haya mucho de interés, pero se la ve agradable.