Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

Cap. 112. 28-12-2016. Por las sierras de Murcia y Albacete (y 3)

La cima más alta de Murcia y en Lorca con Andrés

Igual que ayer, el día de hoy es fácilmente dividible en dos.

Por un lado, la ascensión a la cumbre más alta de la provincia de Murcia, Los Obispos, que nos ha gustado mucho. Esta es la entrada del blog primigenio.

Y por otro, la visita vespertina a Lorca para estar con Andrés Soto, con el que nos une amistad a buena parte de los nueve excursionistas.

Hemos llegado a Cañada de la Cruz alrededor de la una del mediodía, algo antes. Nuestra idea original era ir a Puebla de Don Fadrique, en la provincia de Granada y a apenas 15 o 20 minutos en coche. Pero justo en ese momento hemos hablado con Andrés, que mañana jueves tiene la mañana ocupada, y nos ha animado a que le visitáramos esta tarde.

En la plaza de España de Lorca En la plaza de España de Lorca

Nos apetecía a todos sus amigos y a los demás tampoco les incomodaba conocer Lorca, así que alrededor de las 14.00 horas ya estábamos los nueve en la furgoneta, rumbo a la tercera población más grande de Murcia, ubicada en el segundo término municipal más grande de España, casi con el tamaño de la provincia de Guipúzcoa.

Entretanto, le hemos llamado para que nos fuera buscando un buen lugar para comer, como así ha sido, y más teniendo en cuenta que no hemos llegado a Lorca hasta poco después de las tres. No es un camino corto.

Hemos comido otra vez bien y barato, algo que ya estamos comprobando que es habitual en esta zona de España. Nos han acompañado también el padre y la hija de nuestro cicerone de hoy. Del restaurante hemos salido casi a las cinco, con el objetivo de darnos un paseo para conocer lo principal de Lorca... sin subir al castillo, que lo dejamos para otra vez.

El belén del Palacio de Guevara El belén del Palacio de Guevara

Lo primero que hemos visto ha sido también lo último: la Casa de las Columnas o Palacio de Guevara, donado al Ayuntamiento por sus últimos propietarios, que no tuvieron descendencia. Como digo, primero hemos visto solo su fachada porque estaba cerrado. Cuando hemos regresado a por la furgoneta, ya estaba abierto. Hemos entrado para ver un impresionante belén, uno de los principales, si no el principal, de una localidad que se caracteriza por su gran tradición belenista.

De los monumentos que hemos visto en este breve paseo iniciático por Lorca, siempre guiados por Andrés, el más espectacular es la colegiata de San Patricio, pero a mí también he encantado el palacio de los Condes de San Julián. Solo hemos visto el exterior de ambos. A Lorca se la conoce como la ciudad de los cien escudos, y sobra con pasear por unas cuantas calles para conocer por qué.

Nos ha mostrado también Andrés la gran travesía, un tramo de la vieja N-340 (en nada haré una entrada sobre ella) en el que se celebra una de las Semanas Santas más impresionantes de España. Tampoco hemos dejado de ver algunas de las huellas del terremoto de 2011, todavía visibles a pesar de los esfuerzos.

Hemos comprado lotería, hemos conocido un segundo bar en Lorca y hemos regresado a Cañada de la Cruz ya bien de noche, casi a las nueve, con los inevitables alargues en el camino de vuelta por la mala compenetración entre aparatos móviles, señales y usuarios.

Nos disponemos a pasar nuestra última noche aquí. En principio, termino ya el relato de estos tres días. Si mañana hacemos algo especial en la vuelta, o escribo un nuevo capítulo o lo hago en el Bazar. Resumen: me ha encantado esta zona de España.