Blog

Reliquias

mano_EDIIMA20161006_0098_19Apenas hubo cerrado los ojos, las hermanas se abalanzaron sobre ella cuchillo en mano. Les detuvo la serenata de ronquidos que dio comienzo. Contrariadas, las monjas regresaron al rincón en penumbra de la celda. Debían seguir esperando.