Tiene un minuto 05/mar./17 - 17:50 Siguiente chevron_right Apenas hubo cerrado los ojos, las hermanas se abalanzaron sobre ella cuchillo en mano. Les detuvo la serenata de ronquidos que dio comienzo. Contrariadas, las monjas regresaron al rincón en penumbra de la celda. Debían seguir esperando. Tiene un minuto Siguiente chevron_right