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La viuda negra

Con el primero empleó 51Viudaveneno disuelto en el café. Bastó un pequeño empujón en las escaleras para deshacerse del segundo. Al tercero le manipuló los frenos del vehículo. Y se sirvió de un grueso almohadón con el cuarto. Odiaba repetirse. Y mientras maquinaba el modo de poner fin a la vida de su quinto marido, éste falleció de causa natural luciendo una llamativa mueca triunfal en el rostro.

Ilustración: Lola Gómez Redondo