Mientras la viuda abre las ventanas de par en par y llena la casa de ambientadores en un desesperado intento por eliminar aquel desagradable olor a pies tan característico de su difunto marido, éste, recostado en el sofá del salón, disfruta de su invisibilidad.
Ilustración: Lola Gómez Redondo
Casi da miedo ese marido fantasma con olor a pies…¡pobre hombre! o pobre mujer… Muy bueno, Raúl.
Me emcantan, estos dos y los que ya leí (y de vez en cuando releo).
¿Cómo lo consigues????!!!!!. Enhorabuena, Raúl.
Ni siquiera la muerte pudo separarles.
Creo que está más cómodo con la situación el difunto que la viuda. Gracias Marcos.
Lo bueno de los microrrelatos es que puedes leerlos y releerlos y volver a leerlos. Gracias Yol.
Eso de «hasta que la muerte os separe» no va con ellos. Gracias Juan.
Texto seleccionado en el I Concurso de Microrrelatos ACEN (Asociación Cultural de Escritores Noveles) en el año 2011 y publicado en el libro Bocados sabrosos, ACEN, 2011.
Texto leído en el programa La Voz Silenciosa del 16 de Junio del 2012.