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Descanse en paz

untitledEn el lecho de muerte, su marido le confesó que había tenido un hijo con otra mujer. Ella con exquisita dulzura le pidió que no se esforzara en hablar pues le perdonaba. Al momento, aquellos ojos en los que tantas veces se vio reflejada, perdieron para siempre su brillo. Descansa en paz – pensó. Y enseguida cayó en la cuenta de que debía informar del fallecimiento a sus hijos. Descolgó el teléfono, marcó de memoria varios números y mientras escuchaba los tonos de espera recordó la carta del hospital con los resultados de las pruebas realizadas. Aquella que mantuvo oculta todos estos años. Esa que confirmaba la esterilidad de su marido.

Ilustración: Lola Gómez Redondo