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Inocencia

Fotografía de Adrián Ortega

No acertaba a entender el niño cuando escuchaba que la luz estaba por las nubes, el enfado de los adultos. ¿Dónde iba a estar si no? – se preguntaba contemplando, en lo alto, el sol. Pero lo que le empujaba a elevar la mirada era oír aquello de que, además de la luz, también lo estaba la gasolina, pues esperaba ilusionado encontrar coches voladores como en las películas que tanto le gustaban. Todavía no había visto ninguno, pero no perdía la esperanza. Tenía todo el verano por delante para escrutar el cielo desde la ventana de su habitación ya que este año, le informó papá, por primera vez no podrían irse de vacaciones.