Ya se nota en las calles de Soria la Semana Santa y una mayor afluencia de personal. Muchos son estudiantes o hijos de sorianos que regresan a su patria chica en busca de tranquilidad y buenos alimentos. Por otro lado, ahora que escasean los dineros para buscar otros destinos más exóticos, el garbeo de interior es una buena baza y muchos turistas vendrán a descubrir estos días las bondades sorianas. Para ellos, una lista de imprescindibles souvenirs gastronómicos con los que llenar la despensa:
La mantequilla. Es lo primero, porque es especial, un producto barato y fácil de transportar (especialmente en latas). Como regalo para uno mismo o para otros, no tiene comparación. Cuenta con denominación de origen y es por algo. A mí me gusta la natural (sin sal) y cualquiera de las marcas que se venden en Soria. La dulce es muy dulce, pero recomiendo que se lleven una cajita para tomarla de vez en cuando en las tostadas. Deliciosa.
Adobados. Carne adobada con pimentón hay en toda España, pero en pocos sitios sabe como en Soria. Los ingredientes, la forma de hacerlo y el clima convierten el picadillo, el lomo, el solomillo, las costillas (todo de cerdo) en manjares. Casi todas las carnicerías de Soria sirven adobados estupendos, no hay riesgo de llevarse chascos. A mí me gustan muchos de los productos de La Despensa.
Cervezas. En tierra de cereales era extraño no contar con cervezas artesanas. En Soria se pueden encontrar dos marcas: Caelia, la cerveza que hace Marcos Sanz en la capital, y Arévaka, de Alfonso Izquierdo en El Burgo de Osma. Ambas son una buena opción de regalo o auto regalo. Además son muy bonitas. 
Setas y hongos. No pueden faltar en la cesta de souvenirs si se viene a Soria. Yo me quedaría con un bote de setas deshidratadas de Tohersa (al gusto de cada cual), un arroz con caldo ya preparado de Arotz (con bacalao y boletus, por ejemplo) y cualquiera de los productos gourmets de Mykés (mantequilla con trufa es una buena opción), que además tienen una estética estupenda.
Repostería. Aquí hay muchas y buenas opciones. Si encuentra una panadería en cualquiera de las zonas de la provincia que visite, ni lo dude. Pastas, tortas, magdalenas... cualquier producto será bueno y especial. Por poner algunos ejemplos, imprescindibles los sobadillos de Los Pinares, de San Leonardo, el bizcocho con chocolate de Almajano o las magdalenas de Serón de Nágima. Pero ya les digo, en Martialay, Ágreda, Ólvega, Valdeavellano de Tera, Vinuesa, Tardelcuende y una extensa lista de localidades hacen productos de repostería maravillosos. Yo tampoco dejaría de incluir una caja de almendradas de Las Clarisas y unos caballitos de Soria, de la pastelería artesana Félix Hernández. En cuanto a los pasteles, también el surtido es amplio y cualquier producto con mantequilla soriana merece la pena. A destacar, la tarta costrada, y por supuesto, las torrijas. Y si encuentran postres artesanos de El Boyal, no lo duden. Especialmente recomendada la leche frita anisada.
Torreznos. Imprescindibles, tratándose de Soria, pero aquí recomiendo que los prueben en los bares y restaurantes de la provincia. El proceso de hacer un buen torrezno parece sencillo, pero no lo es, por eso es mejor dejarlo en manos de expertos. El ranking de buenos torreznos en Soria sería harina de otro costal (y de otro post). Salgan, chateen (con vino) y prueben los torreznos. Se llevarán el mejor recuerdo posible. No olviden probar la limonada.
Otros imponderables. La lista puede ser muy larga, pero atentos a los embutidos (a mí me parece que sobresale el chorizo un poco picante de sarta estrecha), los quesos (de oveja Puerto de Oncala, por ejemplo), patatas fritas de Añavieja, legumbres de la Vega de Ucero, productos del pato (un mi-cuit o un foie con ciruelas de Malvasía son buenas opciones) miel o vinos. En este último capítulo, mejor dejarse aconsejar por expertos, como en La Bodega de Pepe.
