Aquello de que a los sorianos nos gusta la gastronomía tradicional se está viniendo abajo. En los últimos meses se han abierto locales o se han renovado cartas con propuestas de todo tipo, y de momento, todas se han recibido con público y ganas. Uno de esos recientes estrenos es La Isla, una cafetería reconvertida a gastrobar, restaurante informal, coctelería, cervecería... Es decir, un espacio con amplia y variada oferta, desde desayunos hasta copas de última hora.
El local es enorme y tiene sus inconvenientes, pero la nueva dirección ha hecho bien en mantener la gran barra de nogal que siempre ha tenido, convirtiéndola en un espacio para comer de manera informal. Ahora hay más luz, es más acogedor, con nuevo mobiliario, pero sobre todo, tiene propuestas para picar o comer más seriamente en forma de raciones, medias raciones o tapas, todo casero con su toque original y de fusión de gastronomías que ya iba haciendo mucha falta.
Tataki de atún rojo con sésamo negro
Sabrina Vega está al mando de este reestreno, junto con otros dos socios sorianos (Lidia Sanz y Antonio Ayala). Acaban de abrir, por lo que aún faltan detalles para que el proyecto tome el rumbo fijado, pero van por buen camino. La filosofía es clara: un lugar que va a estar casi siempre abierto, desde primera hora de la mañana (7.45 de lunes a viernes), en el que se puede comer, tomar un café, tapear, almorzar, cañear después del trabajo o incluso, tomar una copa relajadamente (hasta las 2 de la madrugada viernes y sábados), con la informalidad que da la amplitud de los horarios y los tamaños de las raciones, tal y como ya se hace en muchos locales de otras ciudades. Otra tendencia que adopta La Isla es aquella de que la barra es la nueva mesa. Y también lo de que para picar algo o comer no hace falta el rigor de un comedor, manteles o carta al uso.
Secreto con salsa de curry y piña
Bica de Monforte con piña y kiwi
Nuestra elección fue un correcto tataki de atún con sésamo negro, un sabroso secreto con salsa de curry y piña y una escalibada con anchoas, un clásico que siempre funciona; todo ello acompañado de un Rioja y un estupendo bizcocho (bica) con piña y kiwi, llegado desde Monforte. Con ganas de probar el roast beef, los riñones al Jerez o los burritos. Aún queda por definir la carta de postres, que serán caseros, como el resto de platos. Cervezas artesanas, una cuidada selección de vinos y coctelería completan la oferta de esta nueva Isla.
La Isla, un nuevo proyecto gastronómico perfecto para los que buscamos más informalidad sin que se pierda la calidad y a precios razonables. En Ronda Eloy San Villa, a un paso del Rincón de Bécquer.