Blog | Periodista y cocinera

Con el delantal en Navidad

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Buenas amigos,

Volvemos por estos lares por Navidad, como el turrón. Antes de que entremos en harina, me gustaría anunciaros la sesión de cocinitas que vamos a tener en el Mercado de El Hueco. Será este sábado día 26 de diciembre desde la una, es decir, a la hora del vermú. Mi compañera Patricia y yo nos ponemos los delantales para enseñaros algunos platos especiales de cara a la Nochevieja, o cualquier cena en la que queráis quedar bien sin liaros mucho ni gastar demasiado. En fin, que estáis invitados porque el show es gratuito y abierto.

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Y ahora sí que sí. Algunos consejos para que las cenas que se avecinan sean llevaderas:

1. No siempre lo más caro es lo mejor. Parece una obviedad, pero es cierto. Empeñarnos en algunos productos porque parecen navideños y pagarlos a precio de oro no es la mejor idea. Cualquier producto de temporada puede resultar exquisito si se cocina bien.

2. Planificar y no poner de todo. No es buena idea llenar la mesa de un montón de cosas que finalmente no comeremos. Mucho mejor pensar en un menú con sus aperitivos (pocos, ligeritos), primero , segundo y postre. Compraremos más ajustado y no nos volveremos locos cocinando.

3. Reparto de trabajo. Que una sola persona se encargue de estas comidas o cenas navideñas tan enormes es un trabajo descomunal, y no solo por lo que se cocina, sino por lo que hay que pensar y comprar previamente. Es mucho mejor repartir el trabajo. Cada cual que se ocupe de uno de los platos para todos y listo. Puede que el menú no guarde armonía, pero tampoco está de más un poco anarquía y sorpresa.

4. Un poco de innovación. Es estupendo que uno quiera poner en la mesa el plato que le sale bien y que nunca falla, pero un poco de novedad nunca viene mal. Si el cordero asado no hay quien lo mueva del menú, ¿qué tal una salsa de menta? ¿O por qué no hacer algo nuevo para el aperitivo? No será porque no hay programas de tele, radio, prensa, Internet, revistas dedicados a la cocina donde encontrar inspiración...

5. El objetivo es que todo el mundo se sienta a la mesa, por lo tanto, nada de platos que haya que hacer en el último minuto. Mejor decantarse por las cremas templadas, ensaladas, aperitivos sin complicaciones, guisos o asados y postres que se puedan dejar listos con antelación.

6. Los niños comen lo que todos. Nunca parece buen momento para iniciar a los niños en la gastronomía. Navidad puede ser ese tiempo, si dejamos de lado los platos de pasta con tomate o filetes empanados. Ellos también se merecen comidas novedosas y bien presentadas. Seguro que si se les trata como adultos en este tema, terminan por responder bien.

7. Mejor poco y bueno... Es una máxima de la buena cocina, contar con un gran producto. Siempre es mucho mejor comer un poquito de jamón ibérico, por ejemplo, que grandes cantidades de otra cosa de peor calidad. No se trata de gastar mucho, sino de buscar la excelencia. Puede ser un buen queso, unas anchoas estupendas, una conserva de calidad, un vino especial, un turrón artesano... Lo que sea, pero rico y de garantía. Apostar por los productos locales suele ser un gran acierto.

8. Reutilizar las sobras. Si ajustamos los menús y las compras no tiene por qué sobrar comida, pero como tendemos a pasarnos, es posible que el día de Navidad o Año Nuevo nos encontremos con un montón de restos que perfectamente se pueden convertir en platos estupendos con un poco de imaginación: croquetas, pasteles de pescado o carne, ensaladas con salazones... La gama es amplia y variada. Pero nunca jamás tirar la comida.

9. Comidas ligeras, a ser posible. Las comidas navideñas suelen ser copiosas. Si además mezclamos vinos, champanes y licores y rematamos con los turrones, la digestión pesada será el menor de los males. Aligerar las salsas de las carnes, optar por pescados guarnecidos con caldos, cremas de verduras, aperitivos con ensaladas o sopas frías, postres a base de frutas frescas son algunas propuestas. Y una gran opción es tomar cava o champán durante toda la comida. Es un vino que le va a todo y evitamos mezclas peligrosas.

10. Pasarlo bien. De esto va la Navidad, no de comer estupendamente, que eso ya lo hacemos la mayoría de días, sino de estar juntos y pasar un buen rato. Que no se nos olvide.

Feliz Navidad.