ESTA semana tenemos uno de los platos fuertes de la temporada cultural soriana, El Quijote de Sacristán.
Mis obligaciones y mis disfrutes teatrales de la semana pasada no me permitieron hablar de Una noche con Gabino (diez años después). El corregir exámenes (algunos funcionarios trabajamos en casa tanto como en el lugar del trabajo) y unas obras de teatro en Madrid (de las que ya os hablaré) me impidieron comentar con antelación el espectáculo de Gabino.
La verdad es que no tenía grandes expectativas. Ya lo vimos hace ocho años, como él nos dijo. También, cuando fue invitado en una de las primeras ediciones del Certamen de Cortos. Recuerdo que era un joven muy movido, nervioso y un poco zaraballoso (por lo que me cuentan, sigue siendo así); me sorprendió gratamente su fluidez de palabra, sus imitaciones y su desparpajo en el escenario. Lo que más me gustó fue el tono poético e incluso melancólico de su repaso vital. Excelentes poesías de José María Fonollosa y de Pedro Beltrán (en nuestra estupenda Biblioteca de Soria, si lo solicitas, te consiguen por préstamo interbibliotecario el poemario Burro de noria (2002) donde distintos actores -entre ellos Gabino-cantan los poemas de este último). Lo pasamos bien y salimos contentos y optimistas a pesar de su elogio a lo feo y a lo negativo. Nos enganchó y nos entregamos, aunque yo esperaba más público (por mi teoría de los famosillos), pero …será la crisis.
Más espectadores habrá este jueves para ver a José Sacristán (próximo premio Goya, el domingo que viene) con Yo soy don Quijote de La Mancha. La obra promete. ¡La novela más importante de la literatura española llevada al teatro!, casi nada. De Sacristán, qué decir. Recuerdo la última vez que estuvo en Soria haciendo teatro con la obra Un picasso (29 de noviembre de 2007) y lo que le costó “entrar en la obra” por culpa de la gripe soriana que tenían algunos espectadores. El jueves, vayamos todos tosidos de casa.
Voy con una boutade. La magnificencia y la excelencia de los actores de este Quijote se da por supuesta, y si no ved este enlace http://www.metropolisteatro.com/index.php/es/ (pinchad en la obra 'Don Quijote' y luego en 'prensa'). Así que el mayor atractivo es ver qué versión ha hecho José Ramón Fernández (Premio de Literatura Dramática en 2011), hombre "puramente teatral" con obras muy personales e inteligentes. Además, para mí, también es la semana de Luis Bermejo: es el director de este Don Quijote (creo que es la primera obra que dirige); lo vi en La Abadia este finde en Maridos y mujeres (pero no le pregunté por su trabajo de director) y el sábado voy a ver “a su chica” a Logroño en la obra Los hijos se han dormido de Daniel Veronese. Todo en la vida está relacionado y si no, se busca.
Con seguridad lo pasaremos bien. Y además, algunas veces lo mejor del teatro son las cañas de después. Gracias, a mis chicas del insti, por esos buenos ratos posteatro.
··· Apuntes de cine
Más relaciones. Este miércoles en el Cine-club hay una peli argentina, El hombre de al lado. Uno de sus protagonistas es Rafael Spregelburd (joven estrella del teatro argentino). Es el autor de Lúcido, obra que triunfó estas navidades en el Valle-Inclán y que tiene líneas temáticas (pesadillas cotidianas) muy semejantes a las de la película.
Dejaos seducir por los golpes de un martillo y no os la perdáis. Se aprende vocabulario snob argentino, de diseño, de arquitectura, de relaciones vecinales… y de cocina (en los títulos de crédito finales). Además, tiene un final inesperado como las grandes obras.
El lado bueno de las cosas. Que suerte tendréis lo que veáis esta película sin saber nada de ella. Yo iba leído e informado y, como casi siempre, salí decepcionado. Tres referencias similares y opuestas a esta: Dirty dancing, Two lovers y Crazy, stupid love (está última no sé por qué, pero pensé en ella).
