Esperando la presentación de la Programación Teatral de La Audiencia, he recibido por correo ordinario la programación del 36 Festival de Teatro de Logroño y me ha gustado tanto que, aunque nos pille a 100 kilómetros y con muchas curvas de por medio, me apetece hablar de algunas de las 27 obras que ofrecen por 198€. No hace falta ir a todas (ojalá pudiera), lo mejor es que hay un abono para 9 obras (25% de descuento), para 5 (10%), para las infantiles (35%), para la danza (20%) y para las obras de Teatro de la Ciudad (20%).
De algunas de ellas ya hemos hablado aquí, porque ya las hemos disfrutado en Soria (Ligeros de equipaje, Distancia siete minutos, The funamviolistas) o van a venir como El triángulo azul (3 de noviembre). De otras, también os he dado la turra (soy limeno, sanzoliano y migueldelarquiano), porque han sido las obras de las que más se ha hablado en el mundillo teatral madrileño (Medea, Edipo rey o Antígona).
Pero si me cuadra en mi calendario teatral, no me quiero perder algunas a las que les tenía muchísimas ganas. Por ejemplo, andaba persiguiendo Atchúusss!!! con excelentes actores televisivos como Adriana Ozores, Fernando Tejero, Malena y Ernesto Alterio. La obra me atrae mogollón porque es un Chejov, pero ¡divertido! y además dirigido por Carles Alfaro, uno de los directores de teatro más grande que tenemos en España (qué bueno fue su El lindo don Diego). Mucha curiosidad siento por La piedra oscura (23 de octubre), una obra dirigida por el argentino Pablo Messiez que ha sido más que elogiada cuando ha estado en Centro Dramático Nacional en Madrid (ahora se está representando en la sala Princesa del María Guerrero y sus entradas se agotaron antes del verano). Otra obra que sin saber nada de ella me atrevo a recomendar en Dínamo, de otro argentino, Claudio Tolcachir, en Logroño es un fijo. Si alguien no ha visto alguna de sus obras, se lo recomiendo porque merece la pena adentrarse en sus mundos familiares realistas y oníricos.
Este Festival, en anteriores ediciones, lo han llamado Internacional (este año, no. ???), pero hay tres obras: una suiza-italiana , otra francesa y otra portuguesa que merecen mucho la pena. Yo, desde que vi La verità de la Compagnia Finzi Pasca, persigo todo lo que llega a España de estos sensibles malabaristas circenses. Bianco su bianco ( 7 de noviembre) no tendrá la grandiosidad de La verità, pero la belleza y la poesía seguro que sí están presentes. Además, será curioso ver Hullu (11 de noviembre) de Blick Theatre (¿por qué me parece que se asemejará a la obra que nos maravilló también en el Teatro Bretón de la nieta de Chaplin, Murmurs des murs?). De la portuguesa, no sé nada, pero en esta tiene pinta de que los bailarines se moverán como los de La Veronal o los de Lebensraum (Espacio vital), quien los probó, lo sabe.
No me pude aguantar y ya vi en Zaragoza Desde Berlín (Tributo a Lou Reed). Antes he dicho que soy limeno (o sea, seguidor de Andrés Lima, hasta vi Capitalismo), pero esta obra es para ver de cerca a los actores, unos portentosos y viscerales Pablo Derqui y Natalie Poza. También voy a mirar actuar, ahora en octubre (en Logroño, el 27 de noviembre), Cuando deje de llover en el Matadero de Madrid. Es la obra que ganó los principales galardones de los Premios Max de este año, por encima de las obras mediáticas y de famosillos.
Por último, no quiero perderme dos clásicos y fijos en el Teatro Bretón, lo último de Juan Mayorga, Reikiavik (21 de noviembre) y a José María Pou haciendo de Sócrates (28 de noviembre). Esta obra está distribuida por Focus, una de las productoras teatrales más importantes de España. Les envié un correo para saber si la podríamos ver La Audiencia y me contestaron que nunca habían traído obras suyas a Soria. Me extrañó, pero si es así, eso hay que solucionarlo más pronto que tarde.
Me jode (así de claro) perderme dos obras del Festival: Como si pasara un tren (leed aquí la elogiosa crítica que hizo David García Vázquez y me entenderéis) con Marina Salas (me enamoré de la fuerza que Tomaz Pandur le hizo sacar en su mastodóntico Fausto) y Kafka enamorado, esta última con, una debilidad que tengo, La Argüello, quien, en mi particular RAEscénica, ocupó el lugar de la fallecida Amparo Baró.
Seguro que hay otras que merecen mucho la pena (dichosos los que ya tienen en sus bolsillos el abono para todo el Festival), pero quien vaya a algunas de estas obras volverá al Bretón. No obstante, también echo en falta algunas grandes obras que no he visto y que ardo en deseos de encontrar en algún teatro español, por ejemplo, Los nadadores nocturnos, Carne viva, El señor Ye ama los dragones, Our town o Ruz-Bárcenas. A ver si en Soria o Logroño las puedo mirar actuar.
Nada, esta vez me ido a Logroño y si alguien está dispuesto a mirar actuar a lo grande debe sacarse entradas o abonos a partir del miércoles 30 de septiembre, a las 11 de la mañana, en el teléfono 941207231 (por internet cobran comisión en cada entrada). Las taquilleras son majísimas y tienen una paciencia infinita ese día y todos los demás.
Apuntes de cine
Tengo abandonado este pequeño rincón del cine. Todavía estoy recuperándome de la panzada de pelis que me di antes y después de San Juan en Filmin con el sorprendente y maravilloso Atlántida Film Fest 2015. Con algunas me aburrí, con otras aluciné y con la mayoría disfruté de algo distinto a lo que podemos encontrar en las pantallas comerciales o en el querido Cine Club de la UNED (sigo pensando que un cultureta que se precie no puede esperar todo un año a ver las grandes pelis en VOSE que no llegan a Los Lara).
Ya hablaremos de algunas pelis, pero sí quiero cerrar este blog mencionando el documental Camino a la escuela de Pascal Plisson. He tenido ya la suerte de verlo y creo que sería OBLIGATORIO ponerlo en todos los institutos de Soria y del mundo (creo que en Francia ya se hace).
