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Cima 5 de 45. Jaén. Mágina. 2.167 metros. 25-1-2014

Acudir sin especiales expectativas a un lugar es una buena manera de aumentar la gratitud de la sorpresa experimentada tras visitarlo. Esta mañana hemos completado la quinta cima de nuestro proyecto, una novena parte del mismo. Lo primero que me ha sorprendido al leer un poco sobre Jaén es su impresionante patrimonio montañoso. Lastimosamente, por esta vez, solo conoceré una pequeña parte de ese patrimonio: su pico más alto, el Mágina. Por supuesto, menos es nada. Ha sido una ascensión mucho más complicada de lo que esperábamos.

A las 8.00 de la mañana hemos quedado en la Universidad Popular de Jaén tres personas. Carlos y yo nos conocimos ayer viernes y a Miguel Ángel le hemos conocido cuando hemos visto el coche en el que íbamos a hacer la aproximación. Nuestro nexo de unión es soriano: Óscar y Zulema, en cuyo domicilio nos hemos alojado Carlos y yo. Miguel Ángel es jiennense y montañero, justo lo que necesitábamos.

El mismo proyecto, en Andalucía

Como la presencia de Miguel Ángel era dudosa hasta ayer, habíamos quedado también a las 9.00 en el Centro de Visitantes de Mata-Bejid con un grupo que acaba de iniciar un proyecto similar a este, denominado ‘Andalucía, 8 provincias, 8 cumbres’. Hasta el mes de julio, quieren subir a las ocho cimas andaluzas, y justo han empezado hoy. Hemos hablado con ellos. Eran unos 40. Iban a hacer una ruta diferente a la nuestra, así que al final hemos decidido salir los tres del pequeño grupo que se había formado una hora antes en la Universidad Popular.

Unos 500 metros después del Centro de Visitantes, en la carretera de Cambil a Huelma, sale un camino a la izquierda. Viene bien indicado: Subida al Pico Mágina. Se puede subir en turismo, como hemos comprobado, pero se iba mejor en ‘nuestro’ todoterreno. A pesar de ello, la gran cantidad de nieve caída la semana pasada nos ha impedido completar el camino. Hemos aparcado a unos dos kilómetros de la Cañada de las Cruces o Cortijo de la Tosquilla.

Puestas las polainas, a las 9.45 ha comenzado nuestra caminata. Nos las prometíamos muy felices. Hasta el Cortijo ha sido un paseo sin más, por la pista. Allí nos hemos encontrado con el grupo de cuatro personas que nos había adelantado nada más aparcar. Su intención era la misma que la nuestra. También han partido antes que nosotros.

"Sin raquetas es imposible subir"

Después del Cortijo hay que seguir el camino, todavía amplio. Como el zigzag es claro, es posible avanzar mediante líneas rectas. Al poco rato, nos hemos encontrado una pareja que bajaba, aparentemente un padre y un hijo: “Nos volvemos. Sin raquetas es imposible subir”. Eso le decían al grupo de cuatro y nos repetían a nosotros.

Pero hemos decidido seguir. Soria no está tan cerca de Jaén y mis compañeros tampoco tenían muchas dudas. Hemos seguido las huellas del padre y el hijo. Ya íbamos los primeros del día, algo que en otras condiciones (sin nieve o con nieve durísima) no tiene importancia. Cuando han desaparecido las huellas que seguíamos, nos ha dado la sensación de que era posible continuar. Lo hemos hecho, y en ciertos tramos la nieve había desaparecido por el viento y el avance era mucho más sencillo.

Sin especiales problemas, y con el camino bien marcado, nos hemos topado con un cruce: a la derecha para el Miramundos y a la izquierda para el Mágina. El grupo de las 8 Cumbres de Andalucía planeaba subir primero al Miramundos, por ello nosotros decidimos ir por nuestra cuenta.

Perdemos los cilindros-hitos

El camino está marcado por cilindros de madera de la Junta de Andalucía. Como casi siempre sucede con la montaña, en un buen día de verano esto no tiene que ser mucho más que un paseo un poco fuerte. Esta mañana, al llegar a una cresta, nos hemos dado cuenta de que hemos perdido esos cilindros. La nieve ha tenido que tener parte de culpa. Miguel Ángel, que conocía el Mágina, nos asegura que la senda sigue tras esta cresta, en el pequeño valle que hay tras ella. Nosotros ya habíamos avanzado unos cuantos metros hacia la derecha y, mirando al valle, hemos vuelto a ver los cilindros. Demasiado lejos, demasiada bajada y demasiada subida de nuevo.

Aun así, hemos dudado. Finalmente, hemos seguido por la cresta, y hemos visto que el grupo de cuatro continuaba detrás de nosotros. O nos han seguido o han pensado, igual que nosotros, que este parece el camino natural hacia el Mágina. Ya llevamos bastante tiempo con una gran cantidad de nieve, blandísima en ocasiones. Bajo ella, matorral y piedras. Es mejor tener cuidado. El terreno pedregoso es similar al de la cresta del Pico Frentes y Sierra de Cabrejas, para los que somos de Soria. Un buen terreno para endurecer los tobillos o para torcérselos.

Hasta la cintura

Siguiendo esta bonita cresta en línea completamente recta se llega al cordal principal de la sierra. Nosotros, como sabíamos que teníamos el Mágina a la izquierda, hemos optado en un determinado momento por ir girando hacia allá. Este tramo ha sido quizás el más duro. En ocasiones la nieve era dura, aunque no para utilizar crampones. Y en otras ocasiones, la nieve era tan blanda que nos hundíamos hasta casi la cintura.

Nuestros dispositivos móviles nos decían que estábamos demasiado cerca del pico como para regresar, algo que ya había hecho hace un rato el grupo de cuatro. Para ayudarnos a pensar, nos hemos sentado en unas piedras a comer y a beber. A los dos minutos de reiniciar la marcha, y como si de un milagro se tratara, hemos visto un vértice geodésico. Aunque es una zona abundante en ellos, Miguel Ángel nos ha asegurado que era el Mágina. Estábamos básicamente al lado, a poco más de diez minutos. Gran alegría.

En este último tramo, ya por el cordal, la nieve carecía de profundidad gracias al viento. Ha sido un tranquilo paseo final hasta el vértice, aunque también hemos sufrido esas fuertes rachas. De lejos, poco antes de comer, habíamos visto el amplio grupo que subía a buen ritmo hacia el Miramundos. No sabemos aún si luego han llegado al Mágina porque nosotros, después de las inevitables fotografías de cima, hemos decidido regresar directamente al coche y dejar el Miramundos para otro día.

Casi cuatro horas de subida

La llegada a la cima ha sido a las 13.30, poco menos de cuatro horas después de haber empezado a andar. Aunque parezca una contradicción para los que somos profanos en meteorología, era un día claro y con nubes. Se veía perfectamente toda la línea de Sierra Nevada (Alcazaba, Mulhacén, Veleta…), numerosos picos más cercanos en todas las direcciones y, al norte, lejos y altas, unas montañas nevadas que me gustaría saber cuáles son.

La vuelta ha sido divertida. El día estaba despejado y veíamos sin problemas tanto el inicio del barranco del Gargantón, que teníamos que dejar a la izquierda, como el camino que llevaba al Cortijo de la Tosquilla. Línea recta. Algunos tramos los hemos bajado deslizándonos por la pendiente. No han faltado algunos revolcones cuando volvíamos a incrustarnos demasiado en la nieve.

Nada especial. Después de pasar un par de veces la valla, hemos llegado al camino. Ya no queríamos más atajos. Hemos dejado el Cortijo a nuestra izquierda y media hora después estábamos en el coche. Nos ha dado alegría verlo. El día ha sido más duro de lo que pensábamos pero, como ha habido cima y no ha habido percances, también más bonito. Nos ha encantado el Mágina y nos ha encantado toda la Sierra.

Comida y aceite en Cambil

El final ha sido acorde con la ascensión. Zulema y Óscar nos esperaban en Cambil. Allí hemos tenido el privilegio de ver por primera vez el funcionamiento de una almazara en plena época de recogida de la aceituna. No paraban de entrar todoterrenos con pequeños remolques cargados de frutos. No hemos podido evitar comprar alguna garrafa de aceite. Es enero pero el sol calienta. Hemos comido en la terraza, algo que en esta época del año no es tan fácil en otras latitudes. Al que le gusten la montaña y los terrenos abruptos en Jaén no va a aburrirse.

Ver ruta en Wikiloc

Punto de salida: Cortijo de la Tosquilla (si lo permite la nieve). Entre Cambil y Huelma está el Centro de Recepción de Visitantes. Poco después, a la izquierda, sale el camino que llega hasta el Cortijo.

Distancia: En nuestro track salen 15, pero la distancia se reduce a aproximadamente 11 si se puede aparcar en el Cortijo. Además, por esas circunstancias de la nieve, no hemos podido seguir las sendas marcadas.

Desnivel: El Mágina está a 2.167 y el Cortijo, a algo más de 1.600. Nosotros hemos salido a 1.550. Hay algún tramo muy escaso de bajada.

Cuánto se tarda: Esta mañana, más de cinco horas y media. Un día sin nieve, como son la mayoría del año aquí, se pueden quitar hasta dos horas.

Explícame cómo se sube sin literatura: Dejas el coche si puedes en el Cortijo de la Tosquilla. Sigues andando el camino que parte de allí, uno que es bien ancho. Cuando pierde anchura, empiezan los hitos y las marcas oficiales del sendero. Te topas con el desvío: a la izquierda, 2,6 kilómetros hasta el Mágina. Con suerte, puedes seguir los cilindros hasta arriba. Si no, hay que pensar que el pico está en la parte alta de una gran cresta que hay tras un valle. Nosotros hemos seguido la primera cresta, antes de ese valle, porque hemos perdido las señales. También se llega.

La canción de Fernando: