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Cima 39 de 45. Almería. Chullo. 2.612 metros. 30-12-2017

Los mismos dioses de la Naturaleza que ayer nos tenían reservados lluvia, niebla y vientos fríos en nuestra ascensión a La Tiñosa, nos han obsequiado hoy en el Chullo con una mañana inigualable de buen tiempo, con el añadido de que ya lo intuíamos desde hace días: “Para La Tiñosa puede que llueva pero para el sábado parece que mejora”. Esas previsiones no cambiaron ni ayer ni antes de ayer, cuando nos seguían dando un sol total, buena temperatura y viento escaso para esta mañana.

Y sin embargo, cuando nos hemos levantado esta mañana en Purullena, lo único que hemos visto a escasos metros por encima de nuestras cabezas era una intensísima niebla. La chica que nos ha atendido en la gasolinera nos ha dicho que no nos preocupáramos, que la niebla desaparecía por completo a nada que se ganara un poco de altura.

Así ha sido. En pocos minutos, mientras nos dirigíamos al Puerto de La Ragua, hemos podido disfrutar del mar de nubes que se había formado en el fondo del valle. Por encima de allí, azul total. En algo más de media hora estábamos a 2.000 metros de altura, en el puerto, entre las provincias de Granada y Almería. Para alcanzar esa altura hay que circular con cuidado debido a la gran estrechez de la carretera en algunos puntos.

En la cima En la cima

Nada más aparcar en el Puerto de La Ragua hemos comprendido que cualquier equipación invernal no tendría hoy utilidad ninguna. Algunos la habíamos traído y algunos otros, no. La tienda de alquiler de esquís, raquetas, trineos… estaba cerrada porque estos días no hay nada de nieve en la zona. El restaurante lleva cerrado varios años.

Llegando a La Ragua desde la zona norte, desde el Marquesado del Zenete, para ascender al Chullo es necesario seguir la loma que sube por la izquierda, en el mismo lado de la carretera donde se encuentra la edificación de madera que fue ese restaurante. Las montañas de la derecha son más altas, como es fácil apreciar, pero están situadas enteramente dentro de la provincia de Granada, y nuestro objetivo de hoy era pisar el suelo almeriense más alto que existe, y que no es otro que el Chullo.

Ni una dificultad técnica

En días como hoy, la ascensión a la cima más elevada de Almería es poco más que un paseo relativamente largo y con cuestas, sin una sola dificultad técnica y con un camino muy evidente hacia la cumbre… especialmente si se hace acompañados por un track.

Además, desde el mismo puerto salen varias rutas marcadas, una de las cuales apunta hacia el Chullo. La subida es todo el rato más bien suave, ganando metros relajadamente aunque sin olvidar que estamos a 2.000 metros y que hay que llegar a más de 2.600. Después del Teide y del Torre Blanca, hoy es la tercera vez que subimos al pico más alto que nos quedaba de este reto. La cuarta será cuando hollemos la Mesa de los Tres Reyes de Navarra.

Bajando con la gran Hoya de Guadix al fondo Bajando con la gran Hoya de Guadix al fondo

Toda la ruta sigue un camino bastante ancho al principio y más estrecho al final. Creo que no hay ni una sola bifurcación en todo el tiempo. Y, en el caso de que la hubiera, tampoco habría dudas pues en días como hoy siempre está claro cuál es la manera más sencilla de ir ganando altura.

Vistas de los tresmiles granadinos

Y así, de repente, cuando llevábamos alrededor de hora y cuarto andando, nos hemos encontrado con el vértice geodésico que nos indicaba que ya estábamos en la cima número 39. En esos 75 minutos hemos podido disfrutar continuamente de las vistas de algunos de los grandes tresmiles de la Sierra Nevada granadina. Primero, de los más orientales, como el Picón de Jerez o el Puntal de Juntillas. Y después, directamente, del Mulhacén, el lugar más alto de la península y que ya visitamos hace cuatro años justos.

Las vistas de hoy de la zona norte tampoco tenían desperdicio, con la gran extensión de la Hoya de Guadix y todos los pueblos del Marquesado del Zenete, uno de los cuales (La Calahorra y su castillo) hemos visitado a la bajada, de regreso a Purullena.

Poco podíamos imaginar que el ascenso a uno de los picos más altos del reto, y en pleno mes de diciembre, iba a ser uno de los días menos montañeros, debido al anticiclón total y a lo redondeado de toda la loma que hemos salvado. Después de lo de ayer, lo de hoy era exactamente lo que queríamos. En 2018 intentaremos tachar las seis cimas que nos restan.

Punto de salida: Puerto de La Ragua.

Distancia: No ha llegado a ocho kilómetros.

Desnivel: De 2.000 a 2.612 metros. Apenas hay unos metros en los que se altera el sentido ascendente de la marcha: 600 metros de desnivel positivo.

Cuánto se tarda: Para subir hemos tardado hora y cuarto exacta. Arriba, con lo bien que se estaba, hemos dedicado casi media hora a hacer fotos, comer y beber agua. La bajada, otra hora casi exacta.

Explícame cómo se sube sin literatura: Se aparca en el Puerto de La Ragua, al lado de la edificación de madera. Sin cruzar la carretera, se va subiendo poco a poco por el camino, siempre evidente, primero en dirección este y luego en dirección sur. Hay varias posibilidades de hacer rutas más largas en la zona, algunas de ellas circulares, pero nosotros nos hemos conformado con la más tradicional.