Blog

Cima 34 de 45. Cantabria. Torre Blanca. 2.619 metros. 22-7-2017

Desde que empezó este reto, hoy es la segunda vez que sucede lo siguiente: hemos subido la cima más alta que nos quedaba por ascender. La anterior, como es obvio, fue el Teide. La siguiente será El Chullo almeriense. Conquistados ya los cuatro tresmiles y el Torre Cerredo, lo más elevado que faltaba era el Torre Blanca cántabro, ubicado en una de las inmensas praderas pétreas de los Picos de Europa con varios picos por encima de los 2.600 metros, a caballo entre León, Asturias y Cantabria y en muchas ocasiones de altitudes dudosas. Hasta hace no tanto, se consideraba al Peña Vieja (2.617) el pico más alto de Cantabria. Esto puede cambiar en el futuro.

Los Picos de Europa son uno de los paisajes montañosos más espectaculares que existen. Aparentan no importarles todo lo que llueve en su tierra porque están formados por piedras y más piedras entre las que no puede encontrarse una fuente ni mucho menos un regato. Este año, además, apenas queda nieve en esta tercera semana de julio.

Los de la ascensión

Dada la importancia de la ascensión, hemos preparado un organigrama en consonancia. Ayer viernes salimos seis personas de Soria: Ángel, Claudia, José Vicente, Ramiro y los dos Sergios. En San Leonardo de Yagüe, que iniciaba sus fiestas, nos encontramos con Begoña y Chupi de El Burgo de Osma. Óscar vino a tomar un café pero esas fiestas le impidieron acompañarnos. Después, en Burgos, recogimos a Félix, que llegaba de Madrid. Los nueve viajamos juntos hasta Puertas (Asturias), nuestro hogar en esa zona, donde nos esperaba Haritz recién llegado de San Sebastián. Esas diez personas, junto a Andrés, Huni (perra), Jairo y Nacho, hemos completado la expedición al Torre Blanca.

Foto de cima Foto de cima

Esta mañana ha sido temprana en Puertas. A las 7.00 habíamos quedado para salir, algo que hemos hecho puntuales. Hemos pasado por Arenas y Panes para llegar alrededor de las 8.00 a Potes, ya en Cantabria, donde hemos desayunado. Poco después de las 9.15 estábamos en la base del teleférico de Fuente Dé. Entre comprar nuestros billetes uno a uno y terminar de ubicarnos, hemos subido casi a las 9.45. Este teleférico, uno de los más conocidos de España, emplea apenas tres minutos y 40 segundos en salvar 750 metros de desnivel para llegar a los 1.820 sobre el nivel del mar.

La parte superior de este teleférico se llama El Cable y ahí ha empezado nuestra ruta, a las 10.00 horas exactas.

El comienzo no solo es fácil, sino que es incluso apto para vehículos todoterreno. Es una pista que hay que seguir durante alrededor de media hora. Es sábado, es julio, y hace muy bueno en contra de lo que asustaban las previsiones: solo hay que seguir a la gente. Pasada esa media hora, la pista se convierte en senda y se empieza a ganar altura de manera más evidente.

Cabaña Verónica

Muy pronto se divisa otra de las imágenes icónicas de Picos de Europa, la Cabaña Verónica. Es una edificación de apenas nueve metros cuadrados, cuya estructura es una de las cúpulas de un portaaviones estadounidense construido a mediados de los años 40. Hemos llegado en hora y media desde El Cable y, después de hablar unos minutos con el guarda, nos ha puesto en camino hacia nuestro objetivo del día: el Torre Blanca.

A partir de ahí, en días como hoy, secos y veraniegos, el terreno no es especialmente difícil pero tampoco especialmente fácil. Se acaban las sendas y llega el momento de sacarse las manos de los bolsillos para utilizarlas en numerosos pasos que, en cualquier caso, no son muy complicados de salvar ni muy arriesgados. Ello sucede sobre todo a partir de la Collada Blanca, donde los diez que hemos dormido en Puertas nos hemos encontrado con los tres más uno que lo han hecho en el refugio de Collado Jermoso, y que venían de hacer el Llambrión esta misma mañana.

Esperando el teleférico Esperando el teleférico

En la Collada Blanca hemos dejado la mayoría de las mochilas y los bastones, que a partir de ese momento estorban más que ayudan. Hay tantos hitos que a veces es difícil saber cuáles son los que nos van a llevar a nuestra meta. Otras veces no es fácil ver el siguiente, sobre todo porque la vista siempre se va hacia arriba y en ocasiones toca perder altura para luego recuperarla. Eso nos ha pasado sobre todo una vez, aunque en unos minutos ya estábamos reagrupados.

A la cima del Torre Blanca se llega casi sin previo aviso. Se van viendo siempre a la derecha el Tiro Tirso y el Llambrión, y a la izquierda el Tiro Llago, pero nosotros tenemos que seguir hacia arriba, paralelos a la pendiente, hasta que llega un momento en el que esa pendiente se convierte en nula, aparecen dos pequeños cohetes, y una señal en uno de ellos: “Torre Blanca. 2.617 metros”. Dos metros menos de lo que parece la medición oficial. ¿Dentro de cuánto tiempo el pensamiento general me hará regresar a la zona para subir el Peña Vieja cuando este sea considerado de nuevo el más alto de Cantabria?

Hacía tan bueno que hemos pasado un rato largo en la cima, disfrutando de las inigualables vistas de algunas de las cumbres más altas del Macizo Central, que coinciden con las cimas más altas de todos los Picos de Europa. El Urriellu también asoma en varios momentos tanto de la ascensión como desde la cumbre del Torre Blanca.

La segunda cordada del Llambrión

Allí, Bego, Chupi y Haritz han decidido ir bajando para intentar coronar el Llambrión. Los demás hemos bajado tranquilos, teniendo cuidado en los sencillos destrepes y en las bajadas de piedra suelta donde resbalarse es fácil. Hemos hecho dos paradas tranquilas en la Collada Blanca y en la Cabaña Verónica, aprovechando que allí se venden refrigerios.

Llegando a El Cable, Andrés, Jairo y Nacho, acompañados ahora por Félix, han decidido bajar por donde subieron ayer, la Canal de la Jenduda, mientras los seis que quedábamos hemos cogido el teleférico de vuelta. En la estación inferior nos hemos reencontrado con los tres que han intentado y conseguido el Llambrión, y nuevamente en Potes con los que han bajado por la Jenduda salvo Andrés, que ha seguido hacia Vizcaya.

La logística del viaje parece enrevesada pero no lo ha sido. También parece que ya están finalizadas las cimas cantábricas del reto. El tiempo y las convicciones lo confirmarán. Quedan once cumbres, que intentaremos ir tachando en los próximos meses.

Punto de salida: El Cable (la estación superior del teleférico de Fuente Dé).

Distancia: Unos 15 kilómetros.

Desnivel: De 1.820 a 2.619, pero con bastantes pérdidas de altura. Quizás unos 1.000 metros positivos.

Cuánto se tarda: Desde El Cable, en tres horas y poco más estábamos arriba del Torre Blanca. Para bajar, por el terreno técnico y, sobre todo, por las paradas, hemos tardado más rato. En total, de Cable a Cable se nos han ido siete horas y media, pero se puede hacer en bastante menos.

Explícame cómo se sube sin literatura: Subes en el teleférico de Fuente Dé. De allí parte una pista amplia por la que va todo el mundo, hasta que se convierte en una senda que hay que seguir. Esa senda sigue hacia Horcados Rojos, pero hay que abandonarla para ir al refugio de Cabaña Verónica, que se ve a apenas 100 metros a la izquierda. Desde el refugio, unos hitos nos conducen hasta la Collada Blanca. Nuestro objetivo es el pico que nos encontramos de frente, no los de la derecha ni el de la izquierda. Toca trepar.

La canción de Fernando: