Blog | Por Sergio Tierno / Viajes, geografía, deportes y curiosidades

16-10-2019. Las grandes piedras desprendidas entre Peñalba de San Esteban y Atauta

Un camino muy bonito, corto y bien transitable para vehículos es el que une Peñalba de San Esteban y Atauta.

Son algo así como tres kilómetros, y permite una visión muy bonita de Atauta, elevada sobre un cortado, diferente a la tradicional que se tiene de esta localidad, famosa por su poblado de bodegas en la parte baja. 

El camino entre las dos localidades citadas transcurre paralelo a un arroyo (Golván) y, a su vez, paralelo a ese cortado, una especie de semi-cañón, cerrado solo por un lado, a la izquierda si se va desde Peñalba hasta Atauta.

Como el camino invita-obliga a ir despacio, y como los cortados de roca son tan atractivos para la vista, es inevitable ir mirando a la izquierda según se avanza en coche.

En todo el camino, destacan a mitad de ladera numerosas piedras, algunas de gran tamaño, que se habrán ido desprendiendo de la cornisa más elevada con el paso de los siglos.

El fenómeno se repite en todo el camino, hasta llegar al mismo pueblo de Atauta, donde una de esas piedras incluso rodó recientemente, el año pasado.

En el camino, uno de los ejemplares más grandes permanece en posición casi vertical en mitad de un pequeño viñedo. Cuesta adivinar qué hubo antes allí, si las viñas o la gran roca, aunque en el pueblo creen que esta lleva allí años y años.

En alguna de las partes de la cornisa, como se puede apreciar en la fotografía de abajo en el pueblo de Atauta, se intuye el inicio de ese proceso geológico que hará caer la piedra de aquí a algunas décadas.

Fotos: Concha Ortega