La ciudad de Soria ha sido a lo largo de toda la mañana el escenario del VII Trofeo Internacional de Orientación Pinares de Soria, que hace una visita a la capital después de haber visitado Molinos de Duero y Covaleda, y antes de acercarse a Vinuesa esta tarde, a Valonsadero mañana y a Navaleno pasado mañana miércoles, día de finalización de la prueba.
Desde las 9.30, alrededor de 1.400 participantes han ido saliendo por turnos desde el parque de Santa Clara, para finalizar en el Alto de la Dehesa. Entre medias, tenían que ir picando en las balizas dispuestas por la organización con dos condiciones: hay que picar en todas y hay que hacerlas exactamente en el orden asignado. Cualquier incumplimiento de una de estas dos condiciones supone la descalificación.
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Para ello, cada corredor dispone de un lector que, con apenas acercarlo a las balizas blancas y naranjas, certifica que se ha encontrado el punto marcado en el mapa. En caso de fallar las baterías, algo extraño porque se revisan todas, en el propio mapa hay un espacio para picar con el sistema original: una pinza con distintos 'textos' para cada baliza.
Las de hoy en Soria y Vinuesa son distancia Esprint, pruebas en las que los ganadores invierten alrededor de 15 minutos. Ayer y mañana fue larga distancia, y el sábado y el miércoles, media. Cada deportista, al llegar a meta, introduce su lector en un dispositivo y conoce al instante su tiempo total y los tiempos intermedios. Con un GPS puede ver el recorrido que ha hecho y si podía haberlo optimizado mejor.
En la competición hay corredores de todos los niveles y edades, desde los mejores de España hasta familias que van tranquilamente buscando las balizas, disfrutando de los montes de Soria y, en el caso de hoy, de la ciudad.
