La Histórica de Abejar devuelve la visita a La Toscana italiana para participar en La Chianina

Ambas marchas ciloturistas clásicas se han hermanado en este 2019. Los abejarucos han participado en esta marcha que debe su nombre a la raza de vaca Chianina
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La Histórica de Abejar, representada por varios miembros del Club Ciclista Los Muros, organizador de la marcha clásica, ha viajado hasta La Toscana italiana para participar en La Chianina y devolver así la visita tras el hermanamiento de estas dos marchas con bicicletas antiguas. 

El 'presi' del Club Ciclista Los Muros y creador de La Histórica, Alberto Faricle, acompañado por varios socios: Antonio, Ato, Carlos, Gerardo, Arturo, Diego y Teresa, pusieron pie en tierras italianas donde esperaban Miguel Soro, plasmanado una vez más toda su pasión por el ciclismo en los lienzos y José Vidal.

La pasión por el ciclismo clásico, la amabilidad de sus gentes, los bonitos paisajes, o las similitudes y diferencias en la organización han sido algunos de los elementos que ha sacado a la luz este hermanamiento reciente. Un hermanamiento que en Abejar se hizo efectivo el 18 de mayo con el descubrimiento de una placa en el Museo del Ciclismo y en Marciano della Chiana, donde se celebra la prueba de la Toscana, se ha materializado este fin de semana con intercambio de banderines, obsequios y homenajes.

Para hacer efectivo este hermanamiento, los miembros del Club Ciclista Los Muros de Abejar, luciendo su maillot naranja característico, abrieron la marcha 'ciclostorica' La Chianina el domingo por la mañana, después de un bonito acto en el que la banda municipal puso música, colorido y baile y el himno italiano descubrió el sentimiento de su pueblo.

Pero antes de esta marcha el fin de semana dio para mucho más. Marcino della Chiana recibió con los brazos abiertos a sus 'hermanos' de La Histórica.

La convivencia arrancó el viernes por la tarde con la presentación de la prueba y sus consiguientes reconocimientos, en el que no faltó la primera deferencia a "La Histórica de España". Con una temperatura poco habitual en España, y mucho menos en Abejar, los chicos de naranja subían al escenario para participar en este acto, que continuó con la subida a la torre de la localidad para contemplar las preciosas vistas de La Toscana, bajo su sol y con una temperatura que rozó los 30º durante todo el fin de semana.

La primera noche continuó con la "apertura de la terraza", diferentes puestos con comida típica donde no faltó la pasta, la pizza y por supuesto el chuletón de La Chianina, una raza de vaca del lugar que da nombre a a marcha ciclista. La noche continuó con varias actuaciones musicales y karaoke, donde también sonó alguna canción española.

El sábado por la mañana tocaba elegir las bicicletas y la Bianchi dominaba entre la elección de los sorianos. Una mañana de nuevo con aire muy español ya que tocaba preparar una paella para los hermanos italianos, cerca de 40 raciones de las que no quedó ni un grano de arroz.

Por la tarde, sobre las 16.00 horas, partía la primera ruta, una marcha de cerca de 40 kilómetros para tomar un primer contacto con la preciosa Toscana italiana y también con sus productos típicos en el avituallamiento como el vino de la zona o el 'porco'. De regreso a Marciano della Chiana, de nuevo cena en la "terraza", música y un bonito encuentro con Felice Gimonde, campeón de tres Giros de Italia, un Tour o una vuelta a España. 

El domingo era la hora de la auténtica Chianina y no podía faltar dos ejemplares de esta raza de vaca presidiendo la prueba. A las 8.30 horas de la mañana partía el pelotón de cerca de 500 históricos con bicicletas anteriores a 1987, ataviados con maillots y trajes típicos de la época del ciclismo más clásico. Por delante tocaba elegir entre tres rutas: 45, 75 o 95 kilómetros, todas ellas con espectaculares paisajes llenos de verdes colinas, viñedos y encantadores pueblos medievales como Badicorte, que no puso nada fácil la subida por sus extensas cuestas.

Los avituallamientos, ubicados en miradores que ofrecían la Toscana en sus 360º de esplendor, compensaban cualquier esfuerzo. Productos y bebida típica acompañados de bailes y música tradicional para amenizar la mañana. A la llegada a Marciano de la Chiana, pasta y carne de Chianina para concluir esta experiencia.

Tras este hermanamiento, muchas son las similitudes y también alguna la diferencia entre La Histórica y La Chianina, donde el ciclismo clásico es el claro punto en común.

La sencillez y hospitalidad de sus gentes, el medio rural, la naturaleza, los paisajes, las pistas de tierra y caminos, la gastronomía, la música, la fiesta, el buen ambiente...y muchas más similitudes que reconcilian a quien tienen la oportunidad de vivirlo con la cara más noble y afable del deporte en un mundo cada vez más competitivo, lejos ya de las hazañas de este ciclismo clásico que tango gusta recordar.

Un hermanamiento que finaliza con 'spagnolos' e italianos descubriendo y aprendiendo de cada una de estas pruebas,  y con la promesa de que perdurará en el tiempo.

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