Carlos Martínez encabeza el Pleno del Ayuntamiento de Soria por cuarta vez

El socialista Carlos Martínez Mínguez ha sido elegido este mediodía alcalde de Soria por cuarta vez consecutiva, las tres últimas con mayoría absoluta.

No ha habido sorpresas en el primer Pleno de la legislatura, con presencia de los 21 concejales electos. Los 12 del PSOE han votado la candidatura de Carlos Martínez. Los seis del Partido Popular han votado la candidatura de su cabeza de lista, Yolanda de Gregorio.

Los otros dos cabezas de lista, Jesús de Lózar en Ciudadanos y Marisa Muñoz en Podemos, no se han postulado como alcaldes. En las votaciones, tanto los dos concejales de Ciudadanos como Muñoz, única representación de Podemos, se han abstenido.

El Ayuntamiento de Soria queda conformado de este modo. PSOE (12): Carlos Martínez, Yolanda Santos, Luis Rey, Ana Alegre, Javier Muñoz, Lidia Sanz, Jesús Bárez, Gloria Gonzalo, Manuel Salvador, Teresa Valdenebro, Eder García, Lourdes Andrés. PP (6): Yolanda de Gregorio, Carlos Castro, José Javier Jesús Muñoz Remancha, Ignacio Soria, Begoña Redondo, María Teresa Delgado. Ciudadanos (2): Jesús de Lózar, Saturnino de Gregorio. Podemos (1): María Luisa Muñoz.

 

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Discurso de investidura del alcalde Carlos Martínez:

"Vecinas y vecinos de Soria, autoridades que nos acompañan, compañeras y compañeros de corporación, señoras y señores, buenos días a todos.

Hace ocho años, les hablaba citando a Antonio Machado sobre la necesidad de hacer política advirtiéndonos de quienes pretenden hacerla sin nosotros o contra nosotros.

Hace cuatro, citaba a Aristóteles para advertir que la regeneración democrática o política debe transitar a través de las “buenas costumbres”, a través del sentido común, a través de la responsabilidad y la obligación de tomar decisiones, desde la coherencia entre lo que se dice y se hace.

Os hablé de la ÉTICA DE LA POLÍTICA que nos obliga a ser conscientes y responsables de nuestros actos y de las decisiones que aquí, como representantes de la ciudadanía, nos corresponde tomar.

Os hablé de la importancia de mimar, de cuidar, de fortalecer, el vínculo de confianza mutua entre política y ciudadanía.

Os hablé de que el préstamo de confianza de la sociedad, no puede ser justificante para caer en la autocomplacencia, el exceso, la resignación, el inmovilismo y el olvido de lo comprometido.

Os hablé de la importancia de recuperar el perdido arte de la palabra empeñada, de la palabra comprometida.

Hoy, estas palabras, recobran más actualidad que nunca. Las democracias, incluso las más avanzadas, dentro y fuera de Europa, sufren el azote y la desafección. Y son más los países que pierden calidad democrática que los que la ganan.

También dentro de nuestro país y también dentro de nuestras comunidades autónomas.

Es bochornoso, el abuso con que nuestra democracia representativa está pervirtiendo la esencia y los valores de la propia democracia, alejándonos especialmente a las corporaciones locales del concepto de polis, de ciudad, de comunidad cívica y política y no reconociéndonos como primera línea de la democracia y de la salvaguarda del bienestar y calidad de vida de la ciudadanía.

Los ayuntamientos, las ciudades, la ciudadanía, la democracia, no somos ni podemos ser monedas de cambio para alcanzar el poder en otras administraciones.

La democracia nace en las ciudades, cuando, como decía Aristóteles, “el individuo asume que no es capaz de bastarse por sí mismo y reconoce la necesidad de alcanzar una sociedad de iguales, alejándonos de la autosuficiencia, la ley del más fuerte o el tocado de Dios”.

Por eso, las ciudades somos el espacio donde convivimos y donde compartimos los problemas, las esperanzas, las soluciones y los conflictos. Pero somos mucho más que un espacio físico.

Somos, como decían los romanos, la ‘civitas’; la ciudadanía, el lugar donde sucede la vida, confluyen las políticas y se juega la sostenibilidad humana y del planeta. Pero, sobre todo, somos donde las personas, la ciudadanía, más allá de la visión autosuficiente de la ley del más fuerte, económica o socialmente, decidimos vivir, decidimos convivir, de forma común, en igualdad, libertad y solidaridad entre todos, sin dejar a nadie atrás.

Por todo esto. Todos los que aquí nos sentamos debemos sentirnos responsables, agradecidos y privilegiados.

La sociedad soriana, reflejada en esta corporación, nos orienta a que son tiempos de diversidad y pluralidad. Que no debemos confundir ocurrencia con pensamiento y que el acuerdo no es rendición.

Nos han hablado con rotundidad sobre el camino que hemos de recorrer, aparcando dogmas y siglas, para, como dijo, Concha de Marco -poeta soriana cuyo anonimato ilustra qué lejos estamos de la igualdad real- “seamos ambiciosos y ambiciosas y dejemos de afirmar nuestro existir solo con palabras…. Para hacer algo, crear… algo que fortalezca a los demás y que cuando tú te vayas permanezca”.

Tenemos que ser capaces de pensar en la Soria que queremos para nuestras hijas e hijos, en la Soria que queremos que permanezca, para que seamos generosos con nuestro legado apostando por nuestro pasado.

Está en nuestras manos entretenernos en lo anecdótico o sumar pensando en el bien común y en ese proyecto en el que todas las piezas encajan y que no puede permitirse parar.

Seamos consecuentes con el encargo de nuestras vecinas y vecinos, no olvidando que es un préstamo temporal sobre el que han de participar y sobre el que debemos rendir cuentas de forma diaria. Entendiendo la política con mayúsculas, como la oportunidad para escuchar, explicar y actuar.

Os animo a aparcar prejuicios, a partir de cero, a visualizar nuestra ciudad como una meta compartida y, a entender con esa mirada sin distracciones, que la diferencia suma, que la diversidad enriquece y que la voluntad de todas y todos es nuestra mejor herramienta.

Acabo, me encuentro hoy aquí con humildad ante la tarea que asumimos, agradecido por la confianza que nos ha sido otorgada, consciente de lo real de los desafíos a los que nos enfrentamos, pero con la confianza de que juntos les haremos frente y es que, como también dijo Concha de Marco:

 “Dentro de cincuenta años

quién pasará por esta calle,

quién vivirá en esta casa,

qué viento arrastrará

la tierra de mi vida y a qué sitio”

No perdamos la oportunidad que Soria nos ha regalado

Muchas Gracias

Carlos Martínez Mínguez"

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