José Miguel Galparsoro, Goyo Alonso y Valentín Fuster, reconocidos en los premios de la Fundación Científica Caja Rural

Los siguientes reconocimientos que se harán efectivos el próximo 8 de noviembre, viernes, en la clausura de Soria Saludable 2019
Valentín Fuster

La Fundación Científica de Caja Rural de Soria en su Reunión Ordinaria del Patronato presidido por D. Carlos Martínez Izquierdo, aprobó por unanimidad los siguientes reconocimientos que se harán efectivos el próximo 8 de noviembre, viernes, en la clausura de Soria Saludable 2019, y que enaltece el 25 Aniversario fundacional.

Se va a reconocer a tres personas cargadas de humanidad y ejemplaridad en diferentes facetas:

José Miguel Galparsoro Arrate, Soriano Saludable “in memoriam”

Formado profesionalmente con el Dr. D. Darío García Diaz en el Hospital Virgen del Mirón, antes Institucional, y posteriormente en el Hospital Santa Bárbara –entonces Residencia Sanitaria de la Seguridad Social- en sus Servicios de Pediatría asistió durante más de 40 años (1976-2017) a toda la población pediátrica soriana.

Desde la creación de la Fundación Científica de Caja Rural de Soria fue miembro de su Escuela de Salud y Humanidades, dirigió el Servicio “volante” de atención pediátrica por nuestros pueblos para tutelar también, algo inimitable, que fue “La Escuela de la Abuela Madre”.

Se estaba trabajando recientemente para reiniciar esta “escuela” de nuevo en 2020 bajo su dirección, proyecto que queda inconcluso, pero que llevará su nombre.

Gregorio Alonso Amez, premio valores humanos 25 aniversario FCCR

Gregorio Alonso es una de las cabezas más visibles de la plataforma ciudadana Soria ¡YA! Ha mantenido siempre su espíritu reivindicativo, con el que arriesgó su estabilidad laboral en la defensa de los derechos de los trabajadores bajo las siglas de la Hermandad Obrera de Acción Católica a la que pertenece. El jubilado soriano deja patente su trayectoria reivindicativa como activista de la HOAC, entre otros ámbitos. Cumplidos los 83 años, se ha mantenido fiel al humanismo católico que ha sido una práctica constante en su vida. Lo personal, lo social y lo soriano han llevado consigo esta marca de humanismo de calidad en todas sus actividades, a veces desde el mismo Hospital donde estaba ingresado.

Gregorio Alonso Amez nació en Soria el 28 de julio de 1935. Realizó sus estudios en el Colegio de los PP. Franciscanos de la capital, pero muy joven, finalizados los estudios primarios, tuvo que dedicarse al negocio familiar. A los 16 años se vinculó a la Juventud Obrera Cristiana (JOC), movimiento perteneciente a la Acción Católica; más adelante pasó de la JOC a fundar en Soria, con otros compañeros, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), en la que continúa en la actualidad. Contrajo matrimonio con Josefina en 1961 y es padre de cinco hijos. Siempre ha evidenciado un gran compromiso social y ha tratado de compaginar su tarea profesional con la participación en la HOAC, las asociaciones de padres, la colaboración con el movimiento de las aliadas que dirigieron el Colegio de la Presentación de Soria y la participación vecinal. Una vez jubilado y libre de cargas profesionales, ha continuado trabajando en pro de una más efectiva presencia de los laicos en la esfera pública, particularmente desde la Plataforma.

El año 2016 recibió del Papa Francisco, junto con otros tres sorianos la Cruz "Pro Ecclesia et Pontifice", un reconocimiento que se concede por primera vez a fieles de la Diócesis de Osma-Soria.

La Cruz 'Pro Ecclesia et Pontifice' (Por la Iglesia y el Papa) fue instituida por León XIII el 17 de julio de 1888, en la celebración de sus 50 años de Ordenación sacerdotal. Es otorgada especialmente a laicos que se han distinguido por su labor en favor de la Iglesia y del Papa.

Goyo Alonso recibió también en 2017, el premio Valores Humanos de Promecal.

Valentín Fuster Carulla, premio nacional de investigación 25 aniversario

Persona reconocida internacionalmente como el mejor cardiólogo, internacional, no solo en el área terapéutica sino también en la investigadora y preventiva, saltó a la prensa internacional como coordinador de la respuesta médica y psíquica a los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York , el 11 de Septiembre de 2001.

Es director del Instituto Cardiovascular del hospital Mount Sinai de Nueva York y como tal el Profesor Dr. Valentín Fuster, está convencido de que el estrés es el asesino número uno en nuestras sociedades. Pero Fuster es también la principal fuente de estrés para sus colegas cardiólogos. "Si no has escuchado a Fuster en tres meses, la mitad de lo que dice te resulta radicalmente nuevo. Las referencias científicas más antiguas que utiliza son de 2003, y el resto se publicarán en los próximos meses", afirman Jordi Rius y Gerardo Maqueda, directores de Cardiología y de la Unidad Coronaria, respectivamente, del Centro Médico Teknon de Barcelona.

La paradoja es la siguiente: El Profesor Fuster, que es un investigador en la vanguardia mundial de la cardiología, cree que las herramientas para evitar el 80% de las enfermedades cardiovasculares están ya en nuestras manos, y que nosotros y nuestros Gobiernos son los principales responsables de que no se usen.

He aquí los cinco consejos de oro del cardiólogo: no es preciso que espere a verlos publicados en la revista científica The Lancet:

1. Al Dr.Fuster le gusta la carne, y no puede evitar ir de vez en cuando a una de las mejores parrillas de vacuno de Nueva York. "¿Qué, cómo va el negocio?", le preguntó una vez al camarero, y éste respondió: "Malamente, señor. Esos dementes de la Asociación Americana del Corazón nos traen por la calle de la amargura". A Fuster le dio un ataque de tos: el presidente de la Asociación Americana del Corazón era él.

"Ya sé que resulta terrible", dice el cardiólogo, "pero las sensatísimas recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón para las personas con riesgo cardiovascular incluyen comer carne sólo una vez al mes. Se trata de una especie de dieta mediterránea llevada al extremo: frutas, verduras, carne una vez al mes y pescado graso [salmón, sardinas, pescados azules] dos veces a la semana".

2. Raro es el problema que no pueda resolverse con una política educativa inteligente, y la enfermedad cardiovascular no constituye una excepción. La escuela sería el sitio ideal para imprimir en los circuitos mentales de los futuros infartados una serie de hábitos -dieta sana, ejercicio físico, demonización del tabaco- que salvarían su vida 40 años después. "Son medidas cuyos efectos no se ven en el plazo de una legislatura, pero las Administraciones locales pueden hacer mucho en este terreno", señala Fuster.

3. Lo anterior sirve para todo el mundo. En cuanto a los pacientes de alto riesgo, que ya pueden ser identificados sin mucha dificultad, existen siete medidas que ya están al alcance de la medicina actual y que pueden salvar su vida (y mejorarla, independientemente de lo que dure): bajar la tensión, reducir el colesterol malo, aumentar el colesterol bueno, tratar la diabetes, reducir la gordura, estimular el ejercicio físico y dejar de fumar. Pregunte a su médico.

4. El Dr Fuster considera que las estatinas (fármacos que reducen el colesterol malo) deberían usarse no sólo en los enfermos cardiovasculares, sino también en los que tienen el riesgo de serlo. "A cualquier paciente, yo le doy estatinas hasta que su LDL [colesterol malo] baja de 100. Creo que lo natural en nuestra especie es 75, y que lo que pasa de ahí se debe a que vivimos en una sociedad llena de grasa". Fuster advierte, sin embargo: "Las dosis de estatinas necesarias son a menudo mucho más bajas de lo que recomienda la industria farmacéutica, y la industria lo sabe".

5. El asunto es polémico, pero Fuster cree en la polipíldora: una combinación de aspirina, estatinas, inhibidores de la ACE y (tal vez) un fármaco llamado clopidogrel. Según algunos científicos, ese cóctel debería administrarse rutinariamente no sólo a los enfermos cardiovasculares, sino también a los diabéticos y otras personas con riesgo. Fuster cree que la polipíldora puede evitar el 80% de los episodios cardiovasculares.

El cardiólogo Valentín Fuster compagina actualmente sus funciones como Director General del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de Madrid, Director del Instituto Cardiovascular y “Physician-in-Chief“ del Mount Sinai Medical Center de Nueva York.

El Dr. Fuster, que además es Editor Jefe del Journal of American College of Cardiology, es una figura mundialmente reconocida cuya visión de la promoción de la salud ha sido considerada durante el último Congreso Mundial de Cardiología como la hoja de ruta que se debe seguir para conseguir acabar con la pandemia insostenible que son las enfermedades cardiovasculares. Fruto de este reconocimiento mundial Fuster fue nombrado en septiembre del año 2017 co-director del comité cuyo trabajo ha resultado en el informe “Global Health ante the Future Role of the United States” en el que se identifican los retos y prioridades en salud y hace 14 recomendaciones y áreas prioritarias para el Gobierno de Estados Unidos y el resto de agentes que intervienen en salud.

Entre los incontables puestos que ha desempeñado se encuentra el de Presidente de la Asociación Americana del Corazón, Presidente de la Federación Mundial del Corazón, miembro del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias Americana(donde preside el comité para la prevención de la epidemia global de la enfermedad cardiovascular),miembro del Consejo Asesor del Instituto Americano“National Heart, Lung and Blood Institute” y Presidente del Programa de Formación del Colegio Americano de Cardiología.

Doctor en Medicina por la Facultad de Barcelona, se trasladó a los Estados Unidos donde continuó sus estudios. Fue profesor de Medicina y enfermedades cardiovasculares en la Escuela Médica Mayo de Minnesota, en la Escuela de Medicina del Hospital Mount Sinaí de Nueva York y desde 1991 hasta 1994 fue catedrático de Medicina de la Escuela Médica Harvard en Boston, año en que fue nombrado director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinaí de Nueva York, cargo que desde 2012 compagina con el de Physician-in-Chief del Hospital.

Como científico, el Dr. Fuster ha sido nombrado Doctor Honoris Causa de 34 universidades de prestigio y ha recibido tres de las más importantes becas del NIH (National Institutes of Health).Ha publicado más de 900 artículos científicos en revistas médicas de ámbito internacional, y dos de los libros de mayor prestigio dedicados a la cardiología clínica y de investigación: The Heart y Atherothrombosis and Coronary Artery Disease. También ha sido nombrado Editor Jefe de la prestigiosa revista Nature Reviews in Cardiology. Las contribuciones a la medicina cardiovascular hechas por el doctor Fuster han tenido un enorme impacto en la mejora del tratamiento de pacientes con dolencias cardíacas. Sus investigaciones sobre el origen de los accidentes cardiovasculares, que han contribuido a mejorar la prevención y el tratamiento de los infartos le valieron en 1996 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación y más recientemente el título de Marqués (2014) otorgado por el Rey de España por su “destacado y constante trabajo en investigación cardiovascular y su meritoria labor docente”.

 

Entre los reconocimientos a su labor cabe destacar que el Dr. Fuster es el único cardiólogo que ha recibido los máximos galardones de investigación de las cuatro principales organizaciones internacionales de Cardiología: la Asociación Americana del Corazón, el Colegio Americano de Cardiología, la Sociedad Europea de Cardiología y la Sociedad Interamericana de Cardiología.

En 2008, el Dr. Fuster recibió el premio Kurt Polzer de la Academia Europea de las Ciencias y las Artes. En 2009 recibió el prestigioso premio internacional Arrigo Recordati por sus avances científicos en el área de la imagen cardiovascular. En junio de 2011 fue galardonado con el Gran Premio Científico del Instituto de Francia, considerado como el más importante de la cardiología, por su investigación traslacional de la enfermedad aterotrombótica. Además, en reconocimiento a su labor ha recibido, entre otros galardones, los premios Gold Heart Award, Lewis A. Conner Memorial y James B. Eric Achievement Award de la Asociación Americana del Corazón, el Distinguised Service Award y el Distinguished Teacher Award del Colegio Americano de Cardiología, Medalla de Oro de las Sociedades Americana y Europea de Cardiología y el máximo galardón de Medicina de la Universidad holandesa Erasmus.

En 2012, el Colegio Americano de Cardiología eligió al Dr. Fuster como una de las dos Leyendas Vivas Americanas de la Cardiología (“Living Legends In Cardiovascular Medicine”); además, se le otorgó el 2012 Research Achievement Award, el mayor honor de la American Heart Association.

Como reconocimiento a su carrera recientemente ha recibido los premios Ron Haddock International Impact Award, otorgado por la American Heart Association y la American Stroke Association en reconocimiento a su liderazgo global y los premios Severo Ochoa de Investigación Biomédica y Mapfre “Por toda una vida” por su trabajo en el campo de la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular que, según el Comité Evaluador de los premios, representa el paradigma de la clase de investigación e innovación esencial que debe darse en España para competir en la economía global.

El Dr. Fuster, además de su dedicación a la ciencia, se ha involucrado profundamente con su responsabilidad social como divulgador. Como resultado ha publicado en los últimos tres años seis libros que han contado con una gran aceptación del público situándose en los primeros puestos de ventas. Finalmente, como consecuencia de esta vocación y la evidente necesidad social de la promoción de hábitos saludables, ha creado recientemente la Fundación SHE (Science, Health and Education) que dirige con el objetivo de conseguir mejorar la salud integral en la población, con especial énfasis en la juventud.

El Premio está dotado con 12.000 euros.

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