Trasladado a la tarde de ayer viernes por las intensas lluvias que se esperaban y que aparecieron el miércoles 31 de octubre, cuando estaba previsto, el Samain recordó el espíritu de los celtas que, con el paso del tiempo, derivó en las Ánimas, en Todos los Santos y en el Halloween estadounidense.
Numeroso público se acercó a disfrutar de esta representación del tránsito de la vida a la muerte que por cuarto año se celebró en Garray, con comienzo en el yacimiento de Numancia.
Desde allí, a las 19.00, el gaitero escocés John Stewart interpretó el himno 'Amazing Grace' como un recordatorio de los vínculos celtas de diversas partes de Europa.
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Arrancó entonces el desfile hacia el Bosque de los Héroes, muy bien representado, un desfile sin más luz que la de las antorchas, ya que Garray apagó el alumbrado público y los coches que esperaban el paso de la comitiva también desconectaron sus luces.
Carne a la brasa para todos los presentes puso fin a esta celebración espiritual y agrícola del mundo celta.
