El alcalde de El Burgo de Osma, Jesús Alonso Romero, ha trasladado en nombre de toda la comarca un mensaje de felicitación y gratitud a los guardias civiles y sus familias en el transcurso del acto celebrado con motivo de la Fiesta Nacional y del día de la patrona de la Benemérita, la Virgen del Pilar. Al acto, presidido por el capitán Pablo L. Cobo Sotillos que ha tenido lugar en el atrio de la iglesia del Carmen, ha asistido parte de la Corporación municipal y un buen número de vecinos, que también llenaron a rebosar el templo en el que había tenido tugar previamente la misa, presidida por el obispo diocesano Abilio Martínez.
En su alocución, el alcalde afirmó que, en todo momento, pero especialmente en tiempos convulsos y de incertidumbre, necesitamos “modelos de rectitud y percibir la certeza de que hay quien cumple con su obligación de servicio público”. Puso a la Guardia Civil como ejemplo en el que fijarse para sobreponerse a las dificultades, “un ejemplo de trabajo bien hecho, de abnegación y de lealtad, de hombres y mujeres del benemérito cuerpo que están dispuestos a arriesgar su vida para proteger las nuestras”.
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Jesús Alonso enmarcó la Constitución que garantiza los derechos y libertades de los españoles en el reconocimiento previo de la nación: “la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. La nación es anterior a la Constitución; en otras palabras, tenemos Constitución porque somos una nación, una nación con todas la letras”, enfatizó.
Por su parte, el capitán Pablo Cobo pronunció un emotivo discurso en el que hizo un recorrido por los diversos acuartelamientos que ha tenido la Guardia Civil en El Burgo de Osma, “siempre al servicio de los habitantes de esta población y de su comarca, de los que hemos sentido su calor y su acogida”, renovando el compromiso del Cuerpo con las gentes de esta tierra.
En el transcurso del acto institucional tuvo lugar el izado de bandera a los sones del himno nacional, la revista a la formación, se impusieron dos condecoraciones y se realizó una ofrenda a los caídos que dieron su vida por España, con una corona de laurel portada por el capitán y por el alcalde. El acto, seguido por gran cantidad de público que se agolpaba en torno al atrio del santuario, concluyó con el himno a la Guardia Civil.
