Los gigantes Saturio y Blanca, así como dos cabezudos del ejército francés, ya desfilan por las calles de Soria después de su presentación como nuevas incorporaciones a la comparsa de Gigantes y Cabezudos. Para el alcalde de Soria, Carlos Martínez, la comparsa soriana cuenta con una "identidad propia".
El alcalde ha enumerado los nuevos elementos que componen la comparsa, desde los celtíberos Nuane y Retógenes, que fueron los primeros en renovar los gigantes sorianos, siguiendo por Leonor y Alfonso VIII, mientras que ahora son los piñorros Don Saturio y Doña Blanca, en referencia al patrón de la ciudad y a la Virgen de La Blanca, gran protagonista de las fiestas de San Juan.
Martínez ha señalado que todavía "queda un reto por delante" que es la "profesionalización" de la comparsa. El alcalde quiere que los sorianos "hagan suya" la comparsa, con bailes típicos que se quieren recuperar en la plaza Mayor con la banda de música. Martínez cree que las figuras permiten hacer una didáctica de la historia de Soria en los tres estadios que refleja la compasa.
Numanguerrix, a través de Rubén García, como representante de la empresa diseñadora de los nuevos elementos, ha indicado que ha sido para ellos "un honor" trabajar en este proyecto cultural para la ciudad. Sobre los nuevos personajes, García cree que requieren de menor presentación al tratarse de dos piñorros, un elemento que la ciudadanía conoce perfectamente por su utilización en las fiestas de San Juan.
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En cuanto a los cabezudos nuevos, García ha explicado que la primera pareja en actualizarse fueron los soldados romanos Escipión y Cayo Mario, luego llegarían Miramamolín y Almanzor, del ejército musulmán y ahora llega el ejército francés, con Napoleón como habitual representación del mal y su compañero José Joaquín Durán, en este caso los diseñadores se han tomado una licencia, y es que Durán luchó contra los franceses, pero García ha recordado que fue quien decidió dinamitar la fortaleza soriana, lo que impidió que llegara en pie hasta nuestros días.
El artesano Aitor Calleja ha indicado que aunque el primer año tuvo dificultades en realizar las figuras diseñadas por Numanguerrix, ya que él trabaja escultura clásica, tras tres parejas elaboradas la adaptación parece culminada. De hecho, para los piñorros, elaborados de cartón piedra, la gran dificultad ha radicado en elaborar un mantón de las dimensiones que necesitaba Doña Blanca, ya que no hay que olvidar que se trata de figuras de 3,5 metros de altura y 42 kilos en el caso de la figura femenina y 39 kilos en el caso de la masculina. Son más ligeros que en años anteriores por tener menos complementos. Su confección requiere cerca de dos meses de trabajo junto a los cabezudos.
Calleja se ha mostrado muy satisfecho de la aceptación de los gigantes y cabezudos por los sorianos e incluso a nivel nacional. "Llaman mucho la atención, al ser distintos se están conociendo en el mundo de los gigantes", ha señalado.
