Carlos Martínez defiende en un Encuentro sobre Políticas de Cohesión la inclusión para los fondos post 2020 de criterios demográficos

Insiste en que no se debe tener sólo en cuenta el PIB a la hora de diseñar los criterios de asignación de los fondos post 2020

El alcalde de la capital, Carlos Martínez, ha participado esta mañana en un Encuentro Internacional sobre las Políticas de Cohesión de la Unión Europea que se está llevando a cabo en la ciudad italiana de Modena. Martínez, quien lleva a este foro la voz de los gobiernos locales como representante de la FEMP y vicepresidente del CEMR, ha compartido mesa de diálogo junto al alcalde de Modena, Gian Carlo Muzzarelli, Carla Rey, secretaria general de AICCRE,, Frédéric Vallier, secretario general del CEMR, y Luc Martens, vice presidente del CEMR. También se han sumado a este encuentro para avanzar en las nuevas estrategias de diseño de los fondos de cohesión post 2020 representantes como Jean Mikolai Dzieciolwski, del gabinete de la Comisaria Europea para la Política Regional de Corina Cretu, así como Petr Osvald, presidente de la Comisión Política y Cohesión Territorial de la UE y el Comité de las Regiones. La jornada de hoy ha sido clausurada por Stefano Bonaccini, presidente del CEMR (Comité Europeo de las Regiones y Municipios).

Este encuentro ha afrontado aspectos como el futuro de los fondos de cohesión, experiencias de éxito en distintos ámbitos y modelos de políticas de cohesión para desarrollo, innovación y empleo. Carlos Martínez considera fundamental seguir trabajando en esta marco para que los fondos post 2020 incluyan los aspectos recogidos en la resolución aprobada en el Parlamento Europeo el pasado mes de noviembre que insta a contemplar criterios como la demografía dentro de los puntos a tener en cuenta para reducir las desigualdades territoriales entre países, pero también dentro de los territorios de cada país con la importancia que eso tiene para zonas como la de Soria.

Durante su intervención, el alcalde de Soria ha explicado que “a lo largo de estos años son muchos y reconocibles los avances producidos en todos los estados miembros, pero también hemos de ser conscientes de que a pesar de ellos, en Europa se han incrementado los desequilibrios territoriales, los grandes crecimientos económicos no se han reflejado por igual en todos los países de la Unión, ni en todos los territorios dentro de los países de la Unión, ni han afectado por igual a toda la sociedad europea aumentando la desigualdad y el desequilibrio social y, por tanto, no alcanzando un verdadero desarrollo equitativo y sostenible”. En este sentido, el representante de las entidades locales ha añadido que “por todo ello, debemos reflexionar sobre la necesidad de articular de manera mucho más eficaz los fondos de cohesión post 2020 realizando un buen diagnóstico de la situación que nos permita identificar los problemas en su dimensión estructural, corrigiendo y sustituyendo el desarrollo frente al crecimiento, desarrollo contemplado desde el triple aspecto: social, medioambiental y ciudadano frente al mero crecimiento económico”.

Partiendo de esta base, que ya es recogida por el Parlamento Europeo, la política de cohesión debe incluir nuevas formas de encararla. “De igual forma que hace la Agenda 2030, debe situar a las personas en el corazón del desarrollo económico. Un crecimiento del Producto Interior Bruto que no contribuya a la resolución de los problemas concretos de la mayoría de las personas, no sólo contribuye de manera exigua al desarrollo social sino que será fuente de nuevas desigualdades y frustraciones. Ello nos obliga, como recoge la resolución aprobada el 14 de noviembre pasado de forma mayoritaria en el Parlamento Europeo, a que la política de cohesión post 2020 no sólo tenga en cuenta criterios económicos sino también demográficos, debiendo incluir desde el inicio, como objetivos o como prioritarios en los posteriores reglamentos, partidas específicas y recomendaciones de obligado cumplimiento de los países miembros para la planificación y desarrollo de estrategias de lucha contra la despoblación y ordenación del territorio. En particular, en materia de cohesión, empleo, agricultura, infraestructuras viarias, ferroviarias, tecnológicas, I+D, para así poder cumplir el fin último perseguido por parte de la Unión”. Estas medidas abren la puerta a las reivindicaciones de zonas como la de Soria que ha conseguido convertirse en el altavoz de territorios que comparten los mismos problemas con un intenso trabajo en los foros europeos gracias al cual se ha dado visibilidad a estas demandas que deben ser atendidas en el reparto de los futuros fondos y que han conseguido ser compartidas por la mayoría de los estados miembros.

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