Asaja Soria podría ver atendida su reivindicación acerca de suprimir el uno por mil sin cosechar

La aplicación de la Política Agraria Común (PAC) en 2018 viene cargada de algunas importantes novedades para los agricultores y ganaderos sorianos. Entre ellas, destacan las que tienen que ver con las nuevas exigencias para el cumplimiento de la condicionalidad. En lo que se refiere a las zonas de refugio de la fauna silvestre, en los borradores ya aparece que se elimina el requisito de que la superficie sin cosechar sea del uno por mil en cultivos herbáceos en secano, una decisión que es bien recibida en Asaja.

Tras reivindicaciones y negociaciones, Asaja ya consiguió en 2006 la modificación de la Orden AYG/2005 que establecía los requisitos legales de gestión y buenas condiciones agrarias y medioambientales que deben cumplir los agricultores que reciben pagos de la PAC; la conocida como condicionalidad. Se trataba de una serie de cambios que Asaja Soria reclamaba desde la entrada en vigor de esa orden, puesto que incluía una serie de requisitos creados específicamente por la Junta en el desarrollo de la normativa europea y que la organización profesional agraria criticó desde el primer momento. Fruto de ese trabajo, Asaja consiguió rebajar a la mitad el porcentaje de la superficie sin cosechar para zona de refugio de la fauna silvestre, que se quedó en el uno por mil de cultivos herbáceos de secano, en lugar del dos por mil marcado en un principio.

En el lado opuesto, existe preocupación en Asaja Soria porque han entrado en vigor modificaciones en las normas de condicionalidad que afectan a los sistemas de abonado orgánico. Entre otros aspectos, se modifican algunas normas que deben cumplir los beneficiarios de ayudas agrarias y que versan sobre la prohibición de aplicación de purín en superficies agrícolas mediante sistemas de plato, abanico y cañones, aunque durante 2018 la Consejería de Agricultura no aplicará ese control.

Esta situación derivada de la nueva normativa genera graves aprietos a todo el sector, tanto al agrícola como a todas las especies ganaderas. Por ello, Asaja y la Asociación Provincial de Productores de Ganado Porcino de Soria (APORSO) llevan ya más de un mes trabajando codo con codo para tratar de paliar el problema. Han solicitado de manera conjunta que se determinaran excepciones, moratorias y prórrogas. Además, se considera un lapso escaso de tiempo aunque un buen primer paso hacia la solución del problema generado con la nueva normativa el año de prórroga del Gobierno para adaptar la maquinaria de esparcir purines.

Sea como fuere, Asaja Soria considera que se debe lograr el doble objetivo de proteger el medio ambiente y procurar la continuidad de la actividad agraria, evitando requisitos incongruentes e incluso imposibles de realizar técnicamente que abocaban inevitablemente al profesional a ser objeto de absurdas sanciones.

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