De la misma manera que el año 2017 donde se alcanzaron los objetivos marcados, la Guardia Civil y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, procederán en todo el territorio de la Comunidad Autónoma, a realizar servicios de vigilancia e inspección en talleres e instalaciones industriales y agropecuarias susceptibles de utilizar combustible no autorizado en calderas de calefacción o industriales. Los residuos más utilizados son restos de biomasa tratada, plásticos y restos de otras sustancias utilizadas la agricultura y la automoción.