Marina Peña: Conquistando nuevos límites a pie y sobre ruedas

Marina Peña. Foto: Concha Ortega.

HISTORIAS DEPORTIVAS Marina Peña Mateo (Langayo (Valladolid), 28-07-1971) encarna a la perfección el prototipo de triatleta, ya que donde otros ven barreras y límites, ella solo ve objetivos en los senderos que le llevan fuera de su zona de confort. Así, a pesar de haber comenzado a competir hace tan solo unos años, no ha dejado de mejorar, de conquistar nuevos límites personales y de meterse en el bolsillo a todos los compañeros y rivales que se cruzan en su camino. La vida, en su curso más amargo, le ha puesto a prueba, pero Marina ha ganado la partida en cada brazada, en cada pedalada y en cada zancada. 

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Lo de competir, podríamos decir, acaba de empezar, pues de niña siempre coqueteó con el deporte, pero nunca llegó a federarse en ninguna disciplina. Su infancia en un pueblo de la Ribera del Duero en la provincia de Valladolid, Langayo, le permitía tener espacio suficiente para correr con los amigos y empezar a dar los primeros paseos en bicicleta. En el colegio también probaría el voleibol, pero su principal actividad física seguirían siendo los paseos por el pueblo.

En 1991 aterrizaría en Soria, territorio que comenzaría a explorar con largos paseos, alguna que otra carrera o paseo ciclista sin ninguna pretensión deportiva más allá del simple placer de la actividad física. 

Después llegaría la maternidad, y a diferencia de otras madres que cesan su actividad deportiva, Marina compró la bicicleta para salir de paseo con sus hijos Marco y Marina. Poco a poco, comenzaba a inculcar su gusto por el deporte a los más pequeños de la casa y a compartir con ellos la actividad física. De este modo, si apuntaba a los niños a patinaje, ella patinaba, y si les apuntaba a natación, ella también nadaba. Finalmente sus hijos se decantarían por montarse en la bicicleta, por hacer triatlón, y claro, ella no se iba a quedar atrás. Así, en 2011, más o menos, y pese a no haber participado nunca en ninguna prueba, Marina Peña comenzaba su etapa como triatleta.

Unos años después, en agosto de 2013, un conductor atropellaba de forma incomprensible y mortal a la joven triatleta soriana María García Rubio. Muchos sorianos, incluso sin conocer a la deportista, lloraron por la triste noticia, pero fueron los familiares y amigos, entre ellos Marina y sus hijos, los que vieron la cara más cruel de la vida. Tras el impacto directo a la línea de flotación, Marina descubrió en el triatlón una forma de canalizar sus sentimientos, una ayuda, y se aferró con fuerza a su manillar dispuesta a presentar batalla. 

En un primer momento, su filosofía sería sencilla: el objetivo, el premio, es cruzar la línea de meta aunque sea llena de barro, aunque sea en última posición, con la única premisa de no caerse. La fórmula daría resultado, y de hecho la mantiene, aunque los límites que ha ido conquista y dejando cada vez más y más lejos, han sido numerosos. No obstante, Peña ha logrado una medalla de bronce en su grupo de edad del campeonato de España de duatlón 2017, así como un ránking de duatlón cross de Castilla y León y varios podios más de esta competición anual. También ha cosechado varios campeonatos de Castilla y León absolutos de duatlón cross y numerosas victorias en diferentes escenarios, sobre todo, de la Comunidad. Precisamente la victoria lograda en el autonómico de Fuentemolinos un 22 de marzo es una de las victorias que guarda con más cariño por las connotaciones personales y emotivas que tuvo para ella.

A pesar de señalar que no tiene un gran carácter competitivo, lo cierto es que es una de las deportistas que participa en más pruebas y que más kilómetros hace durante el año para poder practicar su deporte preferido. Por eso y por su carácter afable, así como su sonrisa perenne, la deportista del Deporama Joven In Triatlón Soriano se ha metido a sus rivales y compañeros de pelotón en el bolsillo. De hecho, es esta faceta sociable, de buenas vibraciones entre deportistas, más allá de la rivalidad deportiva, una de las características del triatlón que más le gustan.  

Su margen de mejora parece no tener límite, de hecho, probablemente esté actualmente en su mejor estado de forma, y disfruta más que nunca. Mira la vista atrás y reconoce que participa en pruebas que nunca pensó que llegaría a completar, que baja por descensos de piedra que jamás había confiado en superar y que comparte pelotón con deportistas de un gran nivel con los que no pensaba poder llegar a coincidir. Claro que también hay algún que otro sinsabor, por ejemplo, echa en falta que haya más mujeres que se animen a competir, puesto que muchas hacen deporte pero no acaban de atreverse a participar en pruebas. Por otro lado, lamenta que en muchas ocasiones los medios de comunicación solo ofrezcan cobertura a los éxitos masculinos y en los titulares ni siquiera se mencione a las ganadoras... Pero sin duda, su principal reivindicación, es la de pedir a todos los conductores que respeten a los ciclistas, recomendando guardar 1,5 metros en los adelantamientos.

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