Ana Sanz: El Bádminton, un motivo para quedarse en Soria

Ana Sanz

HISTORIAS DEPORTIVAS La agenda mediática, puede que incluso por fin en la política, comienza a hacerse eco del problema de la despoblación de Soria. Muchos son los debates sobre esta materia que se centran en cómo fijar la población, pero quizá no haya una fórmula mágica, sino muchas a la vez. Se trataría de ofrecer a cada persona la posibilidad de vivir en un lugar donde poder hacer lo que a cada uno le gusta más. En el caso de Ana Sanz Postigo (Soria, 24-01-1994), una de las razones por las que ha intentado quedarse siempre en Soria ha sido el bádminton, aunque su formación académica le llevará próximamente a Alcalá de Henares, donde a buen seguro que seguirá conquistando el volante.

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"Si no me he ido antes de Soria es por el bádminton", explica Ana, a quien se le ilumina la cara, le brilla la mirada y se le dispara la sonrisa cuando habla de su deporte. Como suele suceder cuando las razones son emocionales, le resulta complicado explicar con palabras los motivos de su idilio con esta disciplina, pero no hay duda de que la vive con pasión. El que "se le diera bien", contribuyó a alimentar su afición, si bien destaca que es un deporte completo en el que se trabajan las piernas, los brazos, fuerza, técnica... Hay tantos tipos de golpeos, que cada año tiene la sensación de aprender algo distinto.

La historia deportiva de Ana Sanz nació, como en otras ocasiones, por azar. El bádminton y los horarios de los cursos se cruzaron en su camino, o mejor dicho, en los de su madre, a quien le venía bien esta actividad deportiva para compaginar sus compromisos. Tenía nueve años, y la experiencia fue tan gratificante que tanto Ana como su hermana Natalia pidieron continuar en años sucesivos con los entrenamientos. Con ellas y otro grupo de jóvenes comenzaron a dar sus primeros pasos las categorías inferiores del Club Bádminton Soria, al que todavía pertenecen. "Siempre he sentido que este es mi deporte", sentencia.

Pero probablemente lo que acabó de atrapar a Ana fue la competición. Y es que a pesar de que en sus inicios era de menor estatura que sus principales rivales, pronto comenzó a sumar sus primeros triunfos en los Juegos Escolares. Al poco tiempo, llegó la oportunidad de competir lejos de Soria, en Valladolid. Ana tuvo que aprender a arbitrar, ya que el que pierde un partido arbitra, y al llegar a casa le pidió a su padre que le llevara a Tordesillas a jugar. "Perdí, pero me volví tan contenta a casa", recuerda. Dos años después, el día de su cumpleaños, lograba su primera victoria y desde entonces... Se ha abonado a los triunfos con diferentes títulos regionales de campeonatos de Edad, un campeonato autonómico absoluto femenino, otro título regional absoluto mixto con Víctor Ortega, y la Liga de clubes de Aragón con el club soriano, entre otros, lo que le ha permitido llegar a ser la decimoséptima mejor jugadora del ránking nacional.

De las competiciones, Sanz guarda especial recuerdo de su participación en los campeonatos de España. Desde los 15 años ha estado seleccionada con Castilla y León y ha participado en al menos, cuatro de ellos. En el de Gijón, por ejemplo, fue cuarta en dobles femenino con su hermana. Este año se quedó segunda en la lista de espera para competir en el Nacional, pero en lugar de quedarse con mal sabor de boca, reconoce que disfrutó compitiendo mucho para buscar el máximo número de puntos posible para el ránking, hasta el punto de acudir a Ronda (Málaga) como público para seguir la gran cita.

También guarda con cariño una temporada en la que fichó por un equipo madrileño mientras estudiaba en Soria Traducción e Interpretación, el Club de Bádminton Leganés. Aunque no conocía a nadie y tuvo que hacer muchos kilómetros para participar en Primera división por equipos, volvería a repetir la experiencia.

Claro que el Club Bádminton Soria es para ella una parte más de su familia, puesto que comparte con ellos muchas horas de viajes, entrenamientos y competiciones. El próximo año, en el que estudiará un Máster en Alcalá de Henares, tratará de entrenar en algún club de la zona para seguir compitiendo con el equipo soriano, porque tiene claro que aunque será mucho más difícil por entrenar menos días, ella quiere revalidar su corona en el Campeonato de Castilla y León: "Mi madre me dice que nunca me ha visto más contenta que al volver de una competición".

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