Mario Martínez: Conociendo el mundo gracias al fútbol

Foto: Concha Ortega

HISTORIAS DEPORTIVAS Mario Martínez Rubio (25-3-1985, Soria) está completando una interesante y extensa trayectoria como futbolista que le ha llevado a jugar ya en cinco países del extranjero y, dentro de España, en cinco equipos. Es el jugador más importante que ha dado la provincia en muchos años, y ahora hace balance de todo este largo tiempo.

Hasta los 14 años. Jugó al fútbol sala en el San José y con el Casino Amistad Numancia. Llegó a jugar un Campeonato de España con la selección de Castilla y León.

Desde los 14 años hasta los 26. En el Club Deportivo Numancia, con cesiones a Las Palmas y al Zamora. En las categorías inferiores formó parte de una de las generaciones más productivas del fútbol soriano, aquella que ascendió por primera vez a la División de Honor Juvenil, en la que luego lograron la permanencia, con Pablo Machín en el banco.

2002-03. El 21 de junio de 2003, en la penúltima jornada y con 18 años, debuta en el campo del Elche, en Segunda. Fueron 11 minutos en sustitución de Miguel Pérez. En ese partido se salvó el Numancia. Marcó Cuéllar. Entrenaba Máximo Hernández. También jugó la última jornada, media hora, en aquel 1-4 contra el Xerez en el que marcó dos goles su amigo Javier del Pino.

2004-05. Debut en Primera, el 30 de abril, en Los Pajaritos. Sale en el minuto 87 por Juanlu y, en su primer balón, le hace un sombrero a Albelda. Numancia-Valencia (1-1). Jugó cuatro de las cinco últimas jornadas. El equipo desciende a Segunda.

2005-06. Ya como profesional, juega algunos partidos con Enrique Martín como entrenador, pero la falta de minutos le lleva a Las Palmas, donde juega la segunda parte de la temporada, cedido: "Era la primera vez que salía de casa, y me fue bien no solo en lo deportivo (el equipo logró el ascenso a Segunda) sino en lo personal, por cómo me acogieron. Un excompañero de entonces, Gustavo de la Parra (ex también del Numancia) es ahora el socio de mi representante". En la isla jugó con asiduidad.

2006-07. Hasta Navidad, de vuelta al Numancia y con Andoni Goikoetxea en el banquillo, apenas jugó. Se fue entonces de nuevo cedido, al Zamora, donde sí tuvo muchos minutos para foguearse, más que en Las Palmas, lo que seguro le vino muy bien para el futuro inmediato: "El cambio no fue tan grande como en Las Palmas porque ya era la segunda vez que estaba fuera de casa, la ciudad es parecida a Soria y estaba cerca. Fue todo muy fácil, aunque no tuvimos la suerte del ascenso, que también era el objetivo".

2007-08. El gran año de Gonzalo Arconada, "fue el que más me marcó". El entrenador confió en los canteranos Pavón, Rafa y Mario, que fueron fundamentales en el título de Segunda división y el consiguiente ascenso: "Jugué unos minutos el primer partido contra Las Palmas, y en el segundo en Elche, salimos Rafa y yo al final, y le di el pase del gol". Era el 1-1. Aquel año fue impresionante para el Numancia, que parecía invencible. Mario jugó 34 partidos, 16 de ellos como titular, sobre todo en la segunda y decisiva parte de la temporada. Anotó dos goles inolvidables: el 0-1 de Salamanca, de falta, que prácticamente cerraba el ascenso, y el empate a dos en casa contra el Castellón que daba el título.

2008-09. Nadie olvidará el primer partido de aquel año, el 1-0 contra el Barcelona en Los Pajaritos con un zambombazo imparable de Mario a pase de Bellvis. Era el primer partido oficial de Guardiola como técnico del primer equipo azulgrana. "Estaba muy a gusto con Kresic. Empecé jugando bastante, luego no tanto, y cuando empezó Pacheta volví a jugar. Fue un año muy especial". Ha sido de momento su única temporada en la Primera división española.

2009-2010. Regresó Gonzalo Arconada, lo que fue una alegría para Mario por lo mucho que contó con él dos años antes. De hecho, fue un buen año tanto en lo particular, pues volvió a jugar bastante, como en lo colectivo. Hubo opciones de ascenso hasta las últimas jornadas, y eso que entonces todavía era más complicado porque no existía el sistema actual de la promoción. Pero el objetivo principal, mantenerse en Segunda, se logró de manera muy holgada.

2010-2011. Fue el año de Juan Carlos Unzué, "el año que quisimos empezar a jugar como el Barcelona, pero eso en Segunda es muy difícil, y eso que yo estaba contento con esa manera de jugar". Mario empezó la temporada de titular, pero fue uno de los damnificados tras las dos derrotas iniciales ante el Rayo Vallecano en Madrid y ante el Celta de Vigo en Soria. Unzué hizo un cambio radical y Mario, progresivamente, dejó de tener protagonismo: "Creo que aquel año merecía jugar más". Al finalizar la temporada, y con ella su contrato, con 26 años, el soriano decidió que era momento de emprender otros vuelos. Una emocionante rueda de prensa fue su despedida en el club de su casa.

2011-2012. Apurando hasta el final del mercado de veraniego, el 31 de agosto Mario fichó por el Real Unión de Irún, de Segunda B. "Teníamos un equipazo de verdad, un equipo de Segunda. Sin embargo, se nos torcieron las cosas desde el principio y al final estuvimos más cerca de abajo que de arriba. Eso demuestra que los nombres no hacen un equipo". Sin ser titular indiscutible, Mario sí tuvo continuidad, disputando 24 partidos, 12 de ellos como titular.

2012-2013. Y de repente, tras esta temporada en el Real Unión, la carrera de Mario da un cambio radical. Sin representante, desde Chipre se ponen en contacto con él y el soriano piensa... "¿por qué no?". En principio se comprometió con el Alki Larnaca, pero terminó jugando en el Olympiakos Nicosia. Quizás no imaginaba que aquel iba a ser el primero de varios destinos internacionales, cinco de momento como hemos dicho. "Era mi primera experiencia fuera de España, y prácticamente no sabía nada de inglés. Me pusieron un profesor, y en dos meses ya me defendía".

La adaptación no fue difícil porque el clima y las costumbres son mediterráneas, similares a las de España. Además, en una urbanización vivían varios españoles de diferentes equipos e hicieron muy buena relación, sobre todo con Jonathan Aspas: "Iba con él a los sitios y me obligaba a que hablara yo. Así me solté y aprendí más de ese modo que con el profesor". El nivel en Chipre no era malo, sobre todo por esa gran cantidad de españoles, pero empezó a haber problemas de pago y Mario decidió marcharse en invierno.

2012-2013 y 2013-2014. El soriano consiguió encontrar equipo para lo que faltaba de temporada en otro destino más lejano, en Azerbaiyán, en el Bakú, donde el contraste cultural ya era mucho mayor. Además, en esa media campaña no coincidió con ningún español en el equipo, aunque en la siguiente, ya que estuvo año y medio en Bakú, sí encontró compatriotas en el vestuario como Rubén González o Mario Álvarez. "Desde el principio me pusieron muchas facilidades, con traductor las 24 horas al día".

El objetivo del club era clasificarse para la Copa de la UEFA, pero no lo consiguió ninguno de los dos años. Le sorprendió la escasa afición que hay al fútbol en Azerbaiyán, con los campos casi vacíos, en relación al potencial que manejaban los clubes.

2014-2015. Mario Martínez firmó en verano de 2014 para jugar en el Rayo Oklahoma de la NASL, la segunda división de los Estados Unidos. Era un proyecto que le hacía mucha ilusión. El Rayo Oklahoma, llamado así porque tiene relación con el Rayo Vallecano, vivió unos problemas burocráticos que le impidieron llegar a tiempo para inscribirse en la competición. Mario, con contrato firmado, se quedó de repente sin equipo.

En esos meses finales de 2014, el soriano regresó cerca de casa para empezar a entrenar con el Tarazona de la Tercera división de Aragón. Como eso de entrenar sin jugar no iba con él, terminó haciéndose ficha y jugando con el club turiasonense.

En enero de 2015, una nueva oportunidad en Primera división llama a su puerta, de nuevo lejos de España: el Jaguares de Córdoba, de la ciudad de Montería, recién ascendido a la máxima categoría de Colombia. Mario está muy agradecido al club colombiano por haber confiado en él después de haber estado unos meses entre parado y jugando en la Tercera española. Jugó y pudo renovar, pero prefirió no hacerlo.

2015-2016. Un par de casualidades importantes marcaron el pasado ejercicio para Mario Martínez. Decidió cambiar Colombia por Bolivia, por el histórico Blooming de Santa Cruz de la Sierra: "Allí me sentí querido no, lo siguiente". Jugó, marcó más goles que nunca (cinco) y ganó la Copa Cine Center. La directiva le ofreció renovar cuatro años y, desde el otro lado del Atlántico, el soriano y el Blooming conservan una relación estrecha. Tiene las puertas abiertas allá.

El entrenador del Blooming, el célebre exfutbolista boliviano Erwin 'Platini' Sánchez, fue llamado para dirigir el banquillo del Boavista de la Primera división portuguesa, en apuros clasificatorios. 'Platini' Sánchez jugó 14 temporadas en Portugal entre 1990 y 2004, la mayoría de ellas en el Boavista. El técnico le pidió a Mario que viniera con él y el futbolista, cercano a cumplir los 31 años, decidió que era un buen momento para regresar a una liga europea de buen nivel.

El Boavista, después de 19 jornadas disputadas, se encontraba en puestos de descenso. Terminada la campaña, el equipo de Oporto se salvó con cierta holgura. Erwin 'Platini' Sánchez, como artífice de esa salvación, seguirá en el equipo. 'Platini' quiere a Mario con él, así que es muy probable que, dentro de algunos días, y después de haber disfrutado durante varias semanas de su tierra y de su gente, el soriano se deslice Duero abajo para iniciar una nueva aventura en tierras lusas. Boa sorte.

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