La profesión de Pep Carrió consiste en levantarse por las mañanas, en eso se parece bastante a la mayoría de las profesiones; salvadas las ocupaciones cotidianas propias de las primeras horas, y una vez se ha accedido a un espacio convencional que solemos denominar estudio, trabajar de Pep Carrió lleva consigo dedicar varias horas a servirse de textos e imágenes con los que realizar diseños gráficos que den forma a alguno de los variados objetos de comunicación impresa o audiovisual de uso cotidiano: libro, cartel, portada, tarjeta, banderola, caja, vídeo, web, etc. Estos objetos les sirven a otros que no trabajan de Pep Carrió para sus propósitos, que generalmente, son de aviso. Podríamos decir que la profesión de Pep Carrió consiste, en buena medida, en ayudar a quien lo demanda a anunciar el futuro, incluso el presente, o el pasado.
Hasta aquí la información básica.
Cuando se trabaja de Pep Carrió, hay que reservar también algunas horas de la semana para realizar tareas discretas, casi ocultas, que trascienden al dominio público de pascuas a ramos, enumeraremos algunas sin intención de agotar el inventario: arrastrar piedras, cargar maderas de ruinas y naufragios, adquirir cachivaches, dibujar, revolver entre las basuras, recortar publicaciones antiguas, fotografiar, acumular objetos abandonados por otros, dibujar, aserrar, clavar, editar, perforar, punzar, atar, dibujar, traspasar, encerar, editar, pulir, fotografiar, limar, empaquetar, anudar, dibujar. La realización de cualquiera de estas tareas no tiene escenarios definidos de antemano, razón por la cual puede llevarse a cabo en cualquier parte del mundo, aunque lo natural es que se acometan en Madrid.
Trabajar de Pep Carrió exige, por último, acostarse cuando cae la noche, quizás algo más tarde; en eso tampoco se diferencia mucho del resto de profesiones. En realidad, la única diferencia de Pep Carrió con el resto de la humanidad es que su profesión se llama como él.
Grassa Toro
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