La Guardia Civil detuvo ayer en Medinaceli a cuatro personas por un delito de desórdenes públicos y otro de lesiones a agentes de la autoridad ya que dos de los guardias civiles que velaban por la seguridad durante la celebración del tradicional Toro Jubilo resultaron heridos. Además fueron identificadas otras 51 personas que han sido denunciadas por desobediencia.
Según ha informado la Subdelegación del Gobierno de Soria, los detenidos e identificados intentaron evitar por la fuerza la celebración de este festejo popular. Para ello, poco antes del inicio del acto, previsto a las 23.30 horas, accedieron al recinto y se colocaron alrededor del poste donde se ata inicialmente al toro. Hicieron caso omiso a las continuas peticiones de que depusieran su actitud por lo que fueron desalojados. Una vez despejado el recinto, a las 00:15 horas, el festejo pudo desarrollarse con normalidad.
Los guardias civiles heridos sufrieron contusiones leves al recibir patadas cuando desalojaban el recinto. Pertenecen a un Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) con sede en Zaragoza.
Los detenidos son S.B.M., una mujer de 24 años vecina de Vitoria. P.S.S., un hombre de 31 y vecino de Soria. R.A.L.M., varón, de 18 años y vecino de Las Palmas. Y J.A.M.Q., también hombre, de 52 años y vecino de Alicante.
Antes, a las 22:15 horas, se había iniciado una concentración de unas 70 personas, pertenecientes a colectivos de defensa de derechos de los animales, en la Plaza Mayor de Medinaceli, en la que se gritaron consignas en contra de la celebración del Toro Jubilo.
UNA HORA DE RETRASO POR EL BOICOT ANTITAURINO
Hubo fiesta, pero esta vez la resistencia de antitaurinos sí que se hizo notar y unas decenas de personas, procedentes de distintos puntos de España, acudieron anoche a Medinaceli, a la llamada de 'Okupa Medinaceli', para tratar de impedir que se celebrara el Toro Jubilo.
Algunos incluso lograron encadenarse al palo donde se amarra a la res para su embolado, justo cuando los mozos de la localidad se disponían a los preparativos del festejo en torno a la medianoche. La Guardia Civil consiguió disuadir las intenciones de los animalistas y fue desalojando la zona, ante los ojos -también aplausos- de centenares de personas que no quisieron perderse esta fiesta, el único toro de fuego de Castilla y León, declarado en 2002 Espectáculo Taurino Tradicional.
Antes de los acontencimientos en el recinto taurino, también hubo manifestación en la plaza Mayor medinense, en la que se expuso el "maltrato y sufrimiento" que sufre el toro, según los opositores al festejo, al ser sometido el encendido de las bolas de las astas.
Más allá de las protestas contra la fiesta, hubo Toro Jubilo anoche en Medinaceli y el protagonista no fue otro que 'Islero', de 450 kilos, procedente de Gallur (Zaragoza).
Como es costumbre, una veintena de mozos se encargó de los preparativos, que arrancaron horas antes con el montaje de la gamella y la mezcla de las bolas a las que se prenden fuego.
Llamas que no ardieron hasta pasada media hora de la medianoche, cuando se cortó la soga a la que estaba atado 'Islero', que salió con ímpetu con las astas encendidas en su periplo por la plaza, donde también se situaron las cinco hogueras en honor a los Cuerpos Santos de Medinaceli.
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