Nagore, el futbolista que cambió las normas del Numancia

Txomin Nagore ha puesto fin esta mañana a nueve temporadas en el Numancia (2+7). No porque él lo haya deseado, sino porque la dirección técnica del club ha decidido no renovarle. El navarro de Irurzun, que soplará 39 velas el próximo mes de agosto, se considera capacitado para seguir jugando. Sus números de este año le avalan. Pero no será en el Numancia, donde ha disputado 302 partidos ligueros, todos en la LFP. Nadie le supera en el Numancia en partidos entre Primera y Segunda. A pesar de todo, de reconocer que le ha dolido la decisión, Nagore ha asegurado que "la respeto totalmente. Solo puedo decir cosas buenas del Numancia y de Soria". El presidente Francisco Rubio ha comentado que este domingo, ante el Córdoba, le impondrán la Insignia de Oro del club. Es más, Rubio ha explicado que el CD Numancia está terminando la elaboración de un decálogo para reglar este tipo de premiaciones a las personas que lo merezcan por su extensa e intensa vinculación. No será solo por Nagore, sino por el adiós en dos días consecutivos de dos símbolos numantinos como son Machín y el centrocampista.

La mañana ha comenzado con una larga alocución del presidente Rubio, quien ha citado varias veces la palabra amigo para referirse a Nagore. Rubio ha reconocido sus preferencias por jugadores del perfil vasco-navarro como Nagore, "no por desprecio a los de otros lugares, sino porque cuando yo llegué aquí hace 21 años, por cuestiones de dinero y de comunicaciones, los jugadores que venían eran vascos, navarros o aragoneses. Era impensable traer a un canario o a un valenciano". El presidente ha leído el extenso currículo de Nagore en el Numancia antes de dar paso a las palabras del capitán.

Como se ha explicado, Nagore ha admitido sentirse dolido por la no renovación porque él habría sido el primero en decir que no quería continuar si no se hubiera sentido apto para ello. Este año ha disputado 35 partidos, 29 de ellos desde el inicio, y ha anotado cinco goles, cuatro de ellos de penalti. Su ilusión era retirarse en el Numancia pero por decisión propia y no impuesta. A las diferentes preguntas, Nagore ha repetido varias veces su "respeto total" a la decisión del club de no renovarle.

A sus casi 39 años, su deseo es continuar jugando al fútbol en Segunda división, sin descartar absolutamente la Segunda B, "y porque ya sé que en Primera no va a poder ser". "Eso habría que verlo", comentaba por lo bajo Gorka Larrea. Todos sus compañeros han estado presentes en la coqueta sala de prensa de Los Pajaritos, donde también ha entrado su mujer, lo que ha constituido una sorpresa para él. El de Irurzun ha hecho un balance de estos nueve años en Soria, en el que el tiempo ya ha borrado todas las fisuras posibles: "Han sido maravillosos en lo deportivo, y en lo personal también. Seguiré viniendo mucho a Soria porque he hecho grandísimos amigos, y a ver al Numancia".

El Atlético, el Levante

El camino de Txomin Nagore en el Numancia no tiene comparación posible, según ha ido recordando Francisco Rubio en su discurso. Llegó cedido en 1999 por el Athletic y lo jugó todo en Primera, 37 partidos. En verano de 2000, "haciendo un esfuerzo que no podíamos hacer", el Numancia pagó 180 millones de pesetas por él. Ha sido el dinero más rentable. El siguiente verano, el Atlético de Madrid lo fichó por 500 millones, "que tardamos seis años en cobrar, pero que se cobraron enteros".

Muy diferente fue el arranque de su segunda singladura. En verano de 2006, el último día del plazo de contrataciones, el Levante decidió dejarle sin ficha. En unos movimientos rapidísimos, el Numancia envió el contrato a la LFP apenas cinco minutos antes de la medianoche. Es imposible saber qué habría sido de Nagore si no se hubieran producido esos movimientos. Arrancaron entonces siete años, culminados hoy, que le permitieron volver a jugar en Primera división y convertirse en un soriano más.

Para saber qué va a ser de su futuro, será necesario esperar unas semanas. Si él dice que se ve físicamente para jugar, seguro que es cierto. Tendrá que confiar en que haya un club que mire más los números de esta temporada sobre el campo que los del carné de identidad.

Este domingo, contra el Córdoba, Nagore jugará "el encuentro más emotivo de mi vida, junto con el primero que jugué en Osasuna". Ojalá que, con la excusa de despedirle, el campo de Los Pajaritos presente un buen aspecto a pesar de la intrascendencia del duelo. No verán los aficionados numantinos muchos más jugadores como Nagore.

Los números de Nagore

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